La pandemia mundial revoluciona la industria de la moda. Al frenazo en la producción y en las ventas, se suman las cancelaciones de los desfiles de crucero y alta costura, y las dudas sobre las celebraciones de las próximas semanas de la moda.
El goteo constante de casos positivos por la pandemia del coronavirus en la zona de Lombardía y Veneto, que coincidió con los primeros días de la semana de la moda de Milán, monopolizó, aún más si cabe, el discurso de todos los implicados en la celebración de esta fiesta de la moda, cambiando tanto las costumbres sociales –los abrazos y besos efusivos se sustituían por inclinaciones de cabeza– como las agendas de muchos de los asistentes, que decidieron acortar sus viajes y volver a sus países de origen.
También se produjeron las temidas cancelaciones, esta vez de desfiles menores, como el de Agnès B o Calvin Luo en París, mientras que Giorgio Armani decidió presentar en Milán su colección sin público como «medida de precaución», según informaron desde la marca.
Por el momento, los primeros damnificados de esta historia han sido las colecciones crucero. Firmas como Gucci, Prada o Chanel ya no viajarán a lugares remotos (San Francisco, Japón y Capri, respectivamente).
También se han cancelado los desfiles de hombre de Londres y París, y pospuesto los de Milán. Se rumorea que pasen a realizarse junto a los de mujer en el mes de septiembre (está por ver si esta se mantiene finalmente). La alta costura, agendada para la semana del 5 de julio, se ha suspendido indefinidamente, según informan desde la Federación de la alta costura y la moda francesa.
No se sabe aún cómo comunicarán las firmas estas colecciones exclusivas a unos clientes igual de exclusivos, repartidos por todo el globo terráqueo, y que suelen gastar cantidades superiores a los 100.000 euros por prenda. Al igual que ocurre en otros ámbitos como el deporte, en el que también se precisan reuniones de grandes grupos de personas, el escenario cambia cada cinco minutos, y las decisiones se toman sobre la marcha.
Además, y a pesar del meteórico desarrollo de las nuevas tecnologías, a día de hoy sigue siendo imposible condensar y transmitir, a través de la red, toda la emoción implícita en estos desfiles, muchos de ellos, auténticos hitos no solo en la historia de la moda, si no de la humanidad. Aunque el futuro nunca fue más incierto con esta pandemia presente.
Fuente: Vogue
Licenciatura en Diseño de Modas y Tendencias Internacionales
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