Un aerógrafo es un objeto en forma de pistola que sirve para pintar, al liberar aire a presión por un orificio, es fácil de utilizar pero llegar a dominarlo es todo un reto.
Las personas que prefieren este instrumento, lo eligen porque no deja marcas, huellas o imperfecciones. Deja un acabado liso y está dirigido a pintores que quieren acabados nítidos y reales.
Se puede utilizar en: madera, telas, metal, plástico entre otros. Lo usos más comunes son: sobre carros, murales, uñas, pasteles, maquetas, cuerpos y en maquillaje.
Algunas técnicas:
- Enmascaramiento: Esta técnica se basa en cubrir parte del boceto, para dañarlas al pintar, esto se realiza ya que muchas veces la pintura se puede mezclar con otra y puede arruinar el dibujo final.
- Con ayuda de equipos digitales:La mayoría piensa que el aerógrafo solo se utiliza para tunear y hacer los diseños de los carros y sí se hace, pero la mayoría de veces con ayuda de plantillas de vinilo.
- Transparencia: Para crear efecto cristal, es de las más difíciles, pero no imposible; se obtiene aplicando el color con ayuda de degradados y superposición. Es muy importante conocer las luces y sombras a las que estará expuesto.
Tienes que tener en cuenta dos puntos muy importantes para el cuidado, del aerógrafo y de tu persona.
Limpieza:
Después de utilizarlo, recuerda limpiarlo, ya que eso podría afectar su uso, recuerda que funciona como un rociador. Para limpiarlo puedes utilizar un disolvente o con acetona pura, aunque también lo puedes hacer con agua (dependiendo del tipo de pintura que utilices).
Seguridad:
Algunas de las pinturas que se utilizan en la aerógrafia, son tóxicas. Por eso, tienes que utilizar una mascarilla, para evitar que los olores te afecten y procura pintar en un lugar despejado, donde corra suficiente aire.