A Rolls-Royce le quedan muy pocos días para que desvele la segunda generación del Ghost y hasta el momento ha mantenido total hermetismo respecto al diseño y mecánica.
El último detalle que ha revelado la firma, es un elemento de personalización similar al Starlight Headliner, que permitirá ‘cubrir de estrellas’ el salpicadero.
‘Illuminated Fascia’
El equipo de Rolls-Royce ha creado la denominada Illuminated Fascia, un salpicadero con más de 850 ‘estrellas’ que ha llevado dos años de trabajo. Estas estrellas, formadas por 152 luces LED se vuelven invisibles cuando el vehículo no está en marcha.
Para garantizar que el gráfico Ghost se ilumine de manera uniforme, se utiliza una guía de luz de 2 milímetros de grosor, con más de 90.000 puntos grabados con láser en la superficie.
Esto no solo dispersa la luz de manera uniforme, sino que crea un efecto de centelleo a medida que los ojos se mueven a través del salpicadero.
Para lograr que la constelación sea invisible con el vehículo parado, se han utilizado tres capas de materiales compuestos. El primero es un sustrato Piano Black, grabado con láser para eliminar el color negro y permitir que la luz brille a través de la marca Ghost y el cúmulo de estrellas.
A continuación, se superpone con una capa de laca tintada oscura, que oculta las letras cuando no se utilizan. Por último, se sella con una capa de laca teñida antes de pulirla a mano para lograr un acabado de alto brillo.
Para hacernos una idea del resultado, tendremos que esperar al 1 de septiembre, que será cuando la firma desvele el nuevo Ghost. Sabemos que equipará una nueva plataforma basada en el sistema ‘Planar’ y su habitáculo será ‘casi’ absolutamente silencioso.
Los orígenes de los cielos estrellados en Rolls-Royce
Una de las señas de identidad de los habitáculos de Rolls-Royce desde 2006 son sus techos estrellados.
Se trata de una personalización bautizada como Starlight Headliner, que los especialistas del departamento Bespoke llevan a cabo el revestimiento interior del techo.
Cada constelación es completamente única; por lo general, se necesitan nueve horas para crearlo, pero un patrón personalizado necesita su propia plantilla, que puede tardar hasta una semana en completarse.
A través pequeñas perforaciones de fibra óptica de miles de puntos de luz, los ingenieros consiguen recrear un espectacular cielo estrellado en el interior de un coche que puede incluir hasta estrellas fugaces.
Pero, ¿cómo surgió esta idea? Según explica la firma británica, fue en 2006 cuando un cliente, que acababa de encargar su Phantom, propuso una solución para su fotofobia, una sensibilidad extrema a la luz.
Este señor solo era capaz de leer el periódico bajo la suave luz de las estrellas en su rancho y propuso a Rolls-Royce llevar ese cielo al interior de su coche.
Así nació la opción Starlight Headliner, que tuvo tan buena acogida que la marca de Goodwood pidió permiso al cliente para poder llevar la idea a otros modelos.