La actual generación de modelos de Mercedes-AMG utiliza un turbocompresor eléctrico, la cual fue desarrollada en colaboración con Garrett Motion. Se trata de una tecnología que proviene de la Fórmula1
El principio de funcionamiento del turbocompresor de gases de escape eléctrico en detalle lo explica Mercedes en la presentación del nuevo Mercedes-AMG GLC. Aunque, no hay ninguna duda que lo mejor el mejor beneficio es la eliminación del “turbo lag”.
Desarrollo
Un motor eléctrico delgado de 1,6 pulgadas está integrado directamente en el eje del turbocompresor entre la rueda de la turbina en el lado de escape y la rueda del compresor en el lado de admisión. Este acciona directamente el eje del turbocompresor y se controla electrónicamente, acelerando la rueda del compresor antes de que el flujo de gases de escape se haga cargo de la transmisión de manera convencional.
Esto mejora significativamente la respuesta directamente desde la velocidad de ralentí y en todo el rango de rpm. El motor de combustión responde aún más espontáneamente a la entrada del pedal del acelerador, mientras que la sensación de conducción en general es significativamente más receptiva. Además, la electrificación del turbocompresor permite un mayor par a bajas revoluciones. Esto también aumenta la agilidad y optimiza la aceleración desde parado. Incluso cuando el conductor levanta el acelerador o frena, la tecnología es capaz de mantener la presión de sobrealimentación en todo momento. Esto asegura una respuesta directa continua.
Sistema de Alimentación
Alimentado por el sistema eléctrico a bordo de 48 voltios, el turbocompresor de gases de escape eléctrico funciona a velocidades de hasta 175.000 rpm, lo que permite una tasa de flujo de aire muy alta. El turbocompresor, el motor eléctrico y la electrónica de potencia están conectados al circuito de refrigeración del motor de combustión para crear un entorno de temperatura óptimo en todo momento.
Otra característica destacada del motor es la inyección de gasolina de dos etapas. En la primera etapa, los inyectores piezoeléctricos particularmente rápidos y precisos entregan el combustible a las cámaras de combustión a presiones de hasta 2900 psi. La segunda etapa agrega inyección en el conducto del colector de admisión con válvulas de solenoide, que es necesaria para lograr la alta potencia de salida del motor.
Fuente: El País