La universidad plantea un programa de estudios que combina el aprendizaje presencial y el remoto esperando que se logren resultados con éxito para los estudiantes.
La crisis del COVID-19 ha planteado un reto importante y en la universidad comprobaremos la transformación que se ha impulsado a continuar.
Desafíos, soluciones y desarrollo de habilidades en la universidad
Los esfuerzos por hacer posible la enseñanza a distancia en los que muchos docentes y alumnos están ahora involucrados no se parecen a lo que consideramos educación en línea tradicional.
Sin embargo, esto no significa que el paso que se ha dado hacia la enseñanza remota sea malo para el aprendizaje de los estudiantes.
Los beneficios de la docencia virtual vendrán después de ser viable el regreso a las aulas físicas, gracias a las plataformas que podrán superponerse a las clases presenciales multiplicando sus beneficios.
Gracias a la nueva realidad alumnos y profesores entenderán que las herramientas digitales son complementos, no sustitutos, de la cercanía e inmediatez del aprendizaje presencial:
- Al mover contenido en línea los estudiantes podrán revisar los conceptos a su ritmo.
- El tiempo en el aula se utilizará de manera más productiva para la discusión, el debate y la práctica guiada.
Esto significa que la educación en línea será una prioridad estratégica en todas las instituciones y es posible que muchos la consideren como el núcleo del plan de cada escuela para la continuidad académica.
Los alumnos que aprovechen la ocasión para desarrollar sus capacidades digitales verán que les resulta más sencilla la adaptación a la nueva vida universitaria. Y que, además mejoran su perfil de cara al futuro profesional.
Fuente: Universia
