La ciencia ficción casi siempre o se pasa o se queda corta en sus predicciones. Pocos fueron los que imaginaron que la robótica se popularizaría sobre todo gracias a robots voladores: sí, nos referimos a los drones.
El Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales de la Universidad de Sevilla, que pertenece al consorcio del proyecto AEROARMS, es uno de los lugares que está a la vanguardia en el desarrollo de drones para aplicaciones industriales.
Un drone bastante peculiar desarrollado por Aeroarms, se trata de un aparato que cuenta con brazos sensibles que permiten por ejemplo determinar por contacto si una tubería se encuentra en buen estado. Algo que facilita la seguridad laboral de los operarios que realizan algunos trabajos de inspección de alto riesgo.
La Vanguardia ha hablado con el catedrático de robótica aérea de la Universidad de Sevilla y coordinador de Aeroarms, Aníbal Ollero, para que nos de algunas claves sobre este proyecto. Para empezar nos explica la utilidad que tienen los drones con brazos robóticos: “permiten no solo tomar datos e imágenes como los drones convencionales, sino también manipular mientras están volando. Es decir, son capaces de realizar tareas tales como montar una antena en un sitio inaccesible, o instalar cámaras o sensores en sitios a los que no se puede acceder o cuyo coste de acceso es muy complicado”.
Ollero reivindica también que su proyecto es una tecnología líder a nivel internacional desarrollada en España y con fondos europeos: “hemos desarrollado por primera vez en la Universidad de Sevilla y en el CATEC proyectos financiados por los proyectos del Programa Marco de la Comisión Europea que coordino, como el proyecto del H2020 AEROARMS. Ahora, hay ya otros centros de investigación y empresas en Europa, América y Asia que han empezado a desarrollar estos trabajos pero creo que podemos considerarnos como líderes internacionales”, señala.
Fuente: www.lavanguardia.com
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