El SpotMini no es un robot más. Se trata de una de las populares creaciones de Boston Dynamics, la empresa que lleva años asombrando al público con los vídeos de sus creaciones. Robots humanoides y perros robóticos han sido los principales proyectos de una startup llamada a jugar un papel importante en el futuro de la robótica.
Boston Dynamics ha pasado por las manos de Google, quien en 2017 vendió esta firma al conglomerado japonés Softbank. Es en este regazo donde la empresa ha dado un paso hacia la comercialización de sus productos. Hasta ahora la mayor parte de su trabajo se dedicaba a la investigación y mejora de sus robots. Pero recientemente desde la compañía han anunciado que uno de sus perros robóticos se empezará a fabricar en masa.
Es el SpotMini, una criatura mucho más estilizada que sus precedentes a pesar de que guarda un toque inquietante. Mide 91 centímetros de alto; no tiene a la vista sus circuitos como otras versiones, lo que elimina su aspecto cadavérico; y pesa unos 25 kilos.
A partir del próximo año empezarán a salir de las fábricas mil perros robóticos como este anualmente. Es una apuesta por un producto que tiene aplicaciones en construcción, logística, seguridad o asistencia en el hogar, entre otras.
Y es que, estos perros robóticos pueden servir para entregar paquetes de forma autónoma, ya sea en el campus de una empresa o en el ámbito de la última milla. Su utilidad en el sector de la seguridad está ligada a la vigilancia autónoma que pueden hacer de un terreno. En un polígono industrial estos perros robóticos pueden servir como cámaras andantes e investigar cualquier detalle anómalo.
Una nueva generación de robots
Hasta el momento los robots de motricidad compleja, como los humanoides o los que imitan el movimiento animal, han funcionado torpemente. Pero Boston Dynamics ha demostrado con sus últimas creaciones que es posible tener prototipos de este tipo que funcionen fluidamente.
En lo que respecta a SpotMini, sus movimientos son ágiles e incluso es capaz de abrir puertas. Lo hace gracias a su un brazo robótico que semeja la trompa de un elefante. Con ella es posible manipular el picaporte de una puerta y abrirse paso. Son dificultades que estas creaciones han ido salvando a lo largo de los años.
El humanoide Atlas también da pasos de forma ágil e incluso se maneja en terrenos complicados de caminar. Mientras que su equivalente Handle cambió los pies por ruedas, una forma mucho más eficiente de desplazarse en el llano.