El pánico japonés a equivocarse en un idioma extranjero y su gusto por interactuar con las máquinas, se unen en un plan educativo del gobierno nipón que desde 2019 fomentará el aprendizaje del inglés con profesores robots.
Un total de 500 colegios de todo el país iniciarán en abril del próximo año el programa piloto cuyo objetivo es mejorar la pronunciación del idioma más global en vísperas de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Los robots-tutores se sumarán a las aplicaciones y juguetes dotados de inteligencia artificial que desde hace años ayudan a cientos de estudiantes japoneses de idiomas extranjeros a superar lo que algunos expertos consideran temores culturales arraigados. Educados en un sistema de impronta confucionista donde el maestro nunca es cuestionado, los japoneses suelen rehuir el debate y evitan los diálogos imprevisibles.
Su tesón para el estudio y su idioma ideográfico, que exige recordar con exactitud miles de trazos, facilitan al estudiante japonés de lenguas extranjeras memorizar centenares de reglas gramaticales, miles de conjugaciones de verbos y un vocabulario capaz de ruborizar a los nativos del idioma en cuestión.
Pero la cultura que fomenta el silencio como un ideal de urbanidad y el miedo a hacer el ridículo errando, bloquean la mente a la hora de los exámenes orales y provoca silencios sepulcrales.
Muchos profesores extranjeros de idiomas invitados a Japón para familiarizar a los estudiantes con la espontaneidad y la pronunciación, reprochan el desdén por la conversación de los métodos de enseñanza nipones y los equiparan a “querer aprender a jugar baloncesto sin tocar el balón”.
Los exámenes que premian la memorización estéril de reglas son señalados como el otro gran impedimento histórico para el avance del idioma inglés en un país que desde poco después de su derrota en la Segunda Guerra mundial se mantiene entre las tres primeras economías del mundo gracias a su excelencia en ciencias, investigación y manufacturas.
Fuente: elpais.com
Universidad Internacional Uninter