La nueva generación de conexión inalámbrica emplea el protocolo WPA3 y ofrece mayor velocidad
Con cada vez más dispositivos conectados y con crecientes problemas de seguridad, las redes wifi actuales parece que han alcanzado el límite de sus posibilidades y por fortuna, este año veremos en funcionamiento un nuevo estándar que promete dejar atrás lo que conocemos hasta la fecha. El wifi 6 llegará a lo largo de 2019 y a través de routers compatibles ofreciendo hasta un 40% más de velocidad de conexión que las velocidades más rápidas que se alcanzan en las redes inalámbricas actuales.
El nuevo estándar basa la evolución de las conexiones inalámbricas en cuatro elementos fundamentales: más velocidad, más seguridad, menor consumo de batería de los dispositivos conectados y un mayor ‘caudal’ en zonas de gran afluencia. Como se puede apreciar, el WiFi 6 superará en mucho a las conexiones inalámbricas actuales y de esto se beneficiará el usuario desde el primer momento.
Wifi 6 emplea la tecnología 802.11ax que permite un máximo aprovechamiento de la red, permitiendo aumentos de velocidad pico, como hemos apuntado, de hasta un 40% por dispositivo, pero además el nuevo estándar aumenta la eficiencia de la conexión evitando saturaciones en zonas de alta densidad de usuarios (imagine un estadio o un concierto de gran afluencia).
Este aumento del ‘caudal’ no solo se notará en lugares públicos, sino también en el hogar, donde cada vez hay más equipos conectados; “la mejora en el rendimiento afectará también al entorno doméstico, donde continuará el incremento progresivo del número de dispositivos conectados, tales como televisiones, asistentes de voz, sistemas de domótica, etc. “, explica Fernando Suárez, vicepresidente del Consejo General de Colegios Oficial de Ingeniería en Informática.
Este nuevo estándar optimiza el llamado Target Wake Time (TWT), el tiempo que transcurre hasta que el dispositivo conectado despierta para recibir nuevos paquetes de información. En este sentido, el nuevo estándar incrementa los tiempos de espera de los equipos conectados permitiendo aumentar la batería de éstos mientras están conectados a la red inalámbrica. Y estará en lo cierto si piensa que este ahorro se notará en su teléfono inteligente o tableta, pero la optimización va más dirigida hacia la multitud de dispositivos conectados que se esperan con la ‘fiebre’ del Internet de las Cosas (IoT).
Fuente: El País
Universidad Internacional Uninter