¿Cómo se llama a “una imagen, texto o vídeo que se difunde rápido por internet y que a menudo se modifica con tonos humorísticos”?
Aunque parezca una nueva realidad propia de las series sociales, los memes existen desde la década de los 20. La revista ‘Judge’ publicó una viñeta con dos situaciones. En la primera, un hombre elegante posa ante la cámara. En la segunda, aparece desaliñado y no tan apuesto junto a un texto: “cómo piensas que sales en la foto con flash y cómo sales realmente”.
“Son un reflejo de la sociedad”
Para el creador de contenido el éxito de un meme está en que “la gente se sienta identificada”.
“Un meme es una ocurrencia ingeniosa, normalmente humorística, plasmada en formato digital que facilita su apropiación y transmissión a través de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea. No todos los memes hacen fortuna, pero los más conocidos son precisamente los que han conseguido viralizarse”, explica Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC e investigador del grupo GAME (Aprendizajes, Medios y Entretenimiento).
Según el estudio Dissecting the Meme Magic: Understanding Indicators of Virality in Image Memes (2021), existen varias características que contribuyen a la viralidad. La primera, y más importante, es que muestre el rostro y la expresión facial del personaje (un 84% de los memes virales analizados tienen esta característica). En segundo lugar, la imagen debe presentar una emoción positiva (un 39% de los memes virales analizados presentan esta característica, frente al 15% de los no virales) y una postura concreta. El hecho de que la imagen sea un primer plano ayuda a ganar viralidad. Finalmente, el hecho de que el personaje sea el sujeto del meme es otro indicador fundamental para predecir su viralidad. El 93% de los memes de imagen de tipo viral se etiquetan como “personaje“, en comparación con el 67% de tipo no viral. Estas características explican, por ejemplo, el éxito del meme de Harold, el de la rana Smug o el de Julio Iglesias, entre otros. “El predominio de elementos visuales, la simplicidad, el uso de pocas palabras y el potencial para generar adaptaciones y variantes son fundamentales”, afirma Lalueza. Según el estudio, los memes que requieren que el receptor lea el texto entero para entenderlos no consiguen hacerse virales.
András Arató es un antiguo ingeniero eléctrico que vive en Budapest. Aunque su nombre no es muy conocido, su cara sí lo es, porque se ha convertido en un meme mundialmente popular. Se conoce como “Esconde el dolor, Harold”, y es la imagen de un hombre de sesenta años, con barba y canas, sentado ante un ordenador sosteniendo una taza con la mano derecha y sonriendo forzadamente. Sus fotografías formaban parte de una galería de estocaje de imágenes y, a pesar de que el objetivo era que se usaran como recurso gráfico para webs y páginas de negocios, en 2017 se empezaron a utilizar como memes, con frases irónicas que acompañaban la imagen. En contra de su voluntad, se convirtió en un meme.
“Un meme es una ocurrencia ingeniosa, normalmente humorística, plasmada en formato digital que facilita su apropiación y transmissión a través de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea. No todos los memes hacen fortuna, pero los más conocidos son precisamente los que han conseguido viralizarse”, explica Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC e investigador del grupo GAME (Aprendizajes, Medios y Entretenimiento). Después de todo esto, la vida de András cambió completamente: le surgieron infinidad de contratos comerciales con marcas. Hoy se considera a sí mismo una figura pública en las redes. Tiene web, Facebook (con 736.000 seguidores), Instagram (con 325.000) y merchandising propio.
¿Puedo convertirme en un meme?
“Es posible convertirse en un meme, y es difícil parar una situación así. Legalmente, hay mecanismos que lo evitan, pero muchas veces la realidad los supera”, explica Sergio Juan-Creix, profesor colaborador de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC y abogado experto en derecho digital. Tal y como advierte el experto, en este caso hay limitaciones por derechos de imagen (también derecho al honor), propiedad intelectual y protección de datos personales. Habría que analizar las licencias de las fotografías subidas y tener en cuenta los usos realizados por la viralización, que seguramente no están contemplados en la licencia original cuando se puso la fotografía en la galería de stock.
Precisamente, la fórmula de la viralidad es clave para que un meme funcione, perdure y evolucione. “No existe ninguna fórmula que, a la práctica, pueda garantizar que un meme se viralizará por el hecho de reunir determinados ingredientes, y el azar siempre acaba teniendo un peso importante. Sin embargo, sí existen algunos factores clave“, explica Lalueza. “La simplicidad, la ironía, un uso determinado de la retórica, pocas pretensiones artísticas y una estética más bien informal y poco cuidada son algunas de las principales características de identidad de los memes”, añade Gemma San Cornelio, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC.
Factores que pueden ayudar a hacer un meme viral
Según el estudio Dissecting the Meme Magic: Understanding Indicators of Virality in Image Memes (2021), existen varias características que contribuyen a la viralidad. La primera, y más importante, es que muestre el rostro y la expresión facial del personaje (un 84% de los memes virales analizados tienen esta característica). En segundo lugar, la imagen debe presentar una emoción positiva (un 39% de los memes virales analizados presentan esta característica, frente al 15% de los no virales) y una postura concreta. El hecho de que la imagen sea un primer plano ayuda a ganar viralidad. Finalmente, el hecho de que el personaje sea el sujeto del meme es otro indicador fundamental para predecir su viralidad. El 93% de los memes de imagen de tipo viral se etiquetan como “personaje“, en comparación con el 67% de tipo no viral. Estas características explican, por ejemplo, el éxito del meme de Harold, el de la rana Smug o el de Julio Iglesias, entre otros. “El predominio de elementos visuales, la simplicidad, el uso de pocas palabras y el potencial para generar adaptaciones y variantes son fundamentales”, afirma Lalueza. Según el estudio, los memes que requieren que el receptor lea el texto entero para entenderlos no consiguen hacerse virales.
Los memes con múltiples variantes tienen más futuro
MemeGenerator o KnowYourMeme permiten crear nuevos memes a partir de una versión de base. “Los memes más exitosos casi siempre son también los que han experimentado más evolución y han generado múltiples variantes“, explica Lalueza. De hecho, el término meme fue inventado por el biólogo Richard Dawkins en 1976, en su libro El gen egoísta. Etimológicamente, meme viene del griego mimema, que significa ‘lo que se imita’. “En sentido estricto, los memes son conceptos básicos de autoría difusa. Esto permite que cualquiera pueda apropiárselos tal y como se han creado, pero también propicia que puedan adaptarse fácilmente a puntos de vista, intencionalidades y circunstancias muy diversos”, añade Lalueza. Según Enric Soler, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, “los memes son unidades culturales mínimas de la transmisión intra y transgeneracional cultural y cuanta más capacidad de replicarse a sí mismos; más probabilidades tienen de convertirse en virales”.
La ironía y el humor sarcástico son cada vez más visibles en internet, y los memes hacen gala de ello. “La ironía es una vertiente comunicativa de gran impacto. Un meme irónico tiene más posibilidades de hacerse viral que un meme neutro: el humor es una de las grandes herramientas terapéuticas para combatir la ansiedad”, explica Soler. Según Google Analytics, desde 2014 hasta la fecha, la palabra “meme” en todo el mundo supera las búsquedas que contienen Jesús, Messi o Cristiano Ronaldo. Para Lalueza, “nos aleja, aunque sea por un momento, de las preocupaciones cotidianas y, por lo tanto, resulta gratificante”. “A veces se utiliza malévolamente para difundir ideas que, en caso de haberse formulado de forma seria, habrían generado más rechazo. Sin embargo, con la coartada del humor, vamos aceptándolas casi inconscientemente hasta llegar a asimilarlas“, añade el experto. Según András Arató, “los memes pueden ayudar a superar las dificultades del día a día”.
Fuente: https://cadenaser.com/