El pasado lunes 22 de septiembre, nuestro equipo asistió a la conferencia titulada “Riesgos Globales”, impartida por el maestro Roberto Shoji Luna Nakachi en la Universidad Internacional de Cuernavaca. Durante la ponencia se analizaron los distintos riesgos que enfrentan los negocios internacionales en el contexto actual, resaltando los factores económicos, políticos y sociales que pueden influir en su estabilidad y crecimiento. Asimismo, se subrayó la importancia de la labor de los internacionalistas en este ámbito, ya que su formación les permite elaborar informes especializados de riesgos globales que resultan fundamentales para que las empresas internacionales tomen decisiones estratégicas mejor informadas.
Riesgos financieros, económicos y comerciales
Estos riesgos afectan directamente la estabilidad económica y el funcionamiento normal de los mercados. La caída de los mercados bursátiles puede generar pérdidas masivas tanto en inversiones como en capital para empresas, afectando la confianza de los inversionistas y la economía en general. La devaluación de las monedas reduce el poder adquisitivo, eleva la inflación y puede incrementar la deuda externa en países que dependen de préstamos en monedas extranjeras.
Las crisis crediticias dificultan el acceso a financiamiento para empresas y consumidores, desacelerando la actividad económica. Finalmente, las caídas en los precios internacionales de los commodities (como petróleo, minerales o productos agrícolas) impactan directamente a las economías que dependen de estos productos para exportación, reduciendo ingresos y generando desequilibrios fiscales.

Riesgos geopolíticos y de seguridad
Los conflictos inter e intraestatales, como guerras o disputas territoriales, generan inestabilidad política que puede provocar desplazamientos masivos de población y afectar el comercio internacional. El terrorismo añade una amenaza constante, minando la seguridad y generando miedo en la población.
La inestabilidad social, derivada de desigualdades o crisis políticas, puede desembocar en protestas y disturbios que paralizan la economía y dañan infraestructuras. La migración masiva, muchas veces consecuencia de estos conflictos, implica retos sociales, económicos y humanitarios tanto para los países expulsores como para los receptores.
Riesgos por fenómenos naturales y climáticos
Los desastres naturales como sismos, tormentas, inundaciones, tsunamis y explosiones volcánicas pueden causar daños devastadores a la infraestructura, pérdidas humanas y paralización de actividades económicas. Además, el cambio climático incrementa la frecuencia e intensidad de estos fenómenos, generando mayores riesgos para la agricultura, la salud y la habitabilidad de ciertas regiones. Estos riesgos también implican costos enormes en reconstrucción y preparación, afectando las finanzas públicas y privadas.
Riesgos tecnológicos y espaciales
Los accidentes nucleares representan una amenaza con consecuencias de largo plazo para la salud humana y el medio ambiente. Los apagones masivos interrumpen servicios esenciales y pueden paralizar sectores críticos como salud, transporte y comunicaciones. Los ciberataques (hackeos, robo de datos o sabotajes digitales) ponen en riesgo la seguridad de la información, la integridad financiera y la operatividad de infraestructuras clave. Asimismo, fenómenos espaciales (como tormentas solares) pueden afectar satélites y sistemas de telecomunicaciones, con impactos en la vida cotidiana y la seguridad nacional.
Riesgos de salud y humanos
Las pandemias y plagas pueden propagarse rápidamente, afectando a grandes poblaciones y generando crisis sanitarias y económicas. El surgimiento de nuevas enfermedades o la reemergencia de otras obliga a los sistemas de salud a adaptarse constantemente. La continuidad del estilo de vida moderno presenta desafíos en la alimentación, ejercicio y salud mental. El envejecimiento poblacional implica aumento en la demanda de servicios médicos y pensiones, afectando la sostenibilidad social. Además, los accidentes y el desempleo representan riesgos humanos que tienen consecuencias directas en la calidad de vida y la estabilidad social.

En un mundo donde los negocios internacionales se ven constantemente expuestos a riesgos financieros, geopolíticos, climáticos, tecnológicos y humanos, la presencia de internacionalistas especializados en geopolítica resulta indispensable. Su capacidad de analizar escenarios globales, anticipar crisis y comprender la interacción entre factores económicos, políticos y sociales permite a las empresas contar con diagnósticos más precisos y estrategias preventivas. Gracias a su formación integral, los internacionalistas no solo identifican amenazas, sino que también ofrecen herramientas para convertirlas en oportunidades, fortaleciendo la resiliencia y la competitividad de las organizaciones en un entorno cada vez más incierto e interconectado.