La robotización, la tecnología y la estandarización de procesos llegan a la construcción industrializada para garantizar la seguridad, mejorar la calidad, optimizar el flujo de trabajo y la eficiencia energética.
La empresa Fischer presentará en Construmat, en Barcelona, el robot Baubot que automatiza las tareas de fijación y montaje en la construcción, permitiendo un aumento de la productividad.
Tecnología de automatización en construcción
Además, la marca también presentará innovaciones en los sistemas de carriles embebidos con geometría de reborde patentada, que ofrecen las mayores capacidades de carga para tracción y cortante.
El robot de montaje de fijaciones, en combinación con un proyecto ejecutivo digital, convierte los trabajos de fijación de instalaciones y montajes en un proceso completamente automatizado a pie de obra.
La consecuencia más inmediata del uso de este robot es un amplio incremento de la productividad. Mediante la perforación precisa y el montaje meticuloso de los anclajes en la ubicación definida por el plano BIM, quedan descartados los errores.
Los costes adicionales y retrasos en la planificación del proyecto, también quedan eliminados.
El BauBot asume los trabajos con gran demanda de esfuerzo físico repetitivos y con ello elimina el riesgo de lesiones. Gracias al sistema integrado de extracción de polvo de taladrado, contribuye a un ambiente limpio y saludable en el puesto de trabajo.
¿Qué puede hacer?
Gracias a sus sensores de última generación, el Baubot detecta cualquier desviación del proceso de perforación y montaje estándar.
Los parámetros del proceso en cada paso están documentados en el modelo BIM. Finalmente, hay un registro de todos los parámetros reales de las operaciones (dimensión de las perforaciones, datos de montaje, etc.).
Para garantizar la seguridad durante las operaciones, el robot estará en todo momento sujeto a la supervisión de un técnico de Fischer y al servicio de asistencia por emergencias de 24 horas.
El brazo del Baubot permite realizar trabajos de perforación y anclaje en suelo, pared o techo con un recorrido en planta de hasta 360º. Cubre un área aproximada de 15 metros cuadrados desde una posición estacionaria y hasta una altura de 5 metros. La precisión global de la ubicación de los anclajes es de ±3 mm.
Su avance autónomo, mediante 2 orugas, supera obstáculos en suelos habituales a pie de obra y una vez llegado a la ubicación de los trabajos, cuatro pies telescópicos estabilizan la horizontalidad de la base y aseguran su posición contra cualquier desplazamiento no deseado.
Fischer está comprometido en seguir liderando el camino hacia una construcción cada vez más industrializada, automatizada, conectada y digital.