Crea un jardín amigable en tu casa: Elige las plantas que más te gusten, pero principalmente que permitan tener un ecosistema diverso, llenando tu jardín con plantas comestibles y amigables con la vida silvestre para atraer organismos de todo tipo.

Crea un jardín en casa amigable con la vida silvestre (y tu cocina)

Tu jardín no es sólo tuyo; es un espacio que compartes con la vida silvestre local. Eso significa que, al elegir plantas, es importante ir más allá de la estética y buscar aquellas con las que también puedas crear un hábitat cómodo para los animales e insectos en tu área.

Nancy Lawson, naturalista y autora de The Humane Gardener: Nurturing a Backyard Habitat for Wildlife, dice que “plantar una variedad de especies diferentes es una piedra angular del jardín amigable con la vida silvestre”. 

Cuando se trata de plantar comestibles, hay muchas formas de diversificarse más allá de los jitomates y las hierbas clásicas para crear un jardín próspero. Lawson hace unas recomendaciones para dar variedad a la vida silvestre de tu jardín y, de paso, enriquecer tu mesa. 

Plantas comestibles para agregar a tu jardín

• Rampas: estos puerros silvestres aromáticos y ajosos, a menudo se obtienen de los bosques. Al cultivarlos en tu jardín, puedes simplemente cortar las hojas y permitir que los bulbos permanezcan en el suelo para que vuelvan a crecer y proporcionen sombra y hábitat.

• Árboles de papaya: hogar de la fruta comestible más grande nativa de América del Norte, los árboles de papaya son pequeños y relativamente fáciles de cuidar. “Son plantas que hospedan a la mariposa cola de golondrina”, dice Lawson, “y los mamíferos también comen las frutas”.

• Zarzamoras: Las zarzamoras son excelentes tanto para las personas como para la vida silvestre. Los pájaros pueden anidar entre sus ramas y también comen las frutas. Dará fruta todo el año, por lo que puedes experimentar con recetas como mermeladas o en panqués.

Cómo plantarlos

• Colócalos muy juntos: Lawson ve que muchos jardineros dejan mucho espacio entre sus plantas, arbustos y árboles y lo cubren con mantillo. “Cuando haces eso, privas a las abejas que anidan en el suelo, que constituyen la mayoría de nuestras especies de abejas nativas, de los sitios de anidación”. Para hacer espacio para estos polinizadores esenciales (que, por cierto, no suelen picar) puedes colocar las plantas más juntas y usar plantas y flores que cubran el suelo, en lugar de mantillo.
   
• Deja que se apoderen de tu jardín: la vida silvestre siempre busca alimento y refugio. Un césped bien cortado no tiene eso, por lo que Lawson recomienda mantenerlo lo más pequeño posible. En su lugar, usa ese valioso espacio al aire libre para las plantas. Si tienes un jardín más grande, puedes comenzar con poco, una pequeña sección a la vez.
   
• Promueve la descomposición: plantar un jardín amigable con la vida silvestre requiere un poco de libertad. Cuanto más intentas controlar el medioambiente, más lejos estará de su estado salvaje y natural. “Las plantas han crecido durante cientos de millones de años, la mayor parte del tiempo sin nosotros”, dice Lawson. Una vez que tengas tus plantas en el suelo, considera dejar que la naturaleza siga su curso. Prueba técnicas de jardinería perezosas, como permitir que las hojas caídas se pudran en el suelo, ya que en última instancia proporcionarán más nutrientes al suelo y lugares para que otros microorganismos vivan. Todo en la naturaleza sucede por una razón; sólo tienes que confiar en ella.

Fuente: Harmonia

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