Documental sobre George Booth: icónico ilustrador del New Yorker #LADD

El documental explora décadas de trabajo de George Booth, uno de los ilustradores más importantes del siglo XX y principios del XXI.

Desde la primera caricatura que vendió al New Yorker en 1960. George Booth se convirtió en uno de los ilustradores referencia de la publicación y, en consecuencia, de Estados Unidos. Para rendir homenaje a todo su trabajo, el director Nathan Fitch ha lanzado Drawing Life. Un documental en el que se recogen sus más de 50 años de trabajo.

Ha sido animado por Emily Collins, quién asumió el reto creativo de dar movimiento a diferentes ilustraciones de Booth con el objetivo de hacer más dinámico el documental. Abanderada y publicada por New Yorker, la pieza audiovisual investiga el trabajo y el impacto creativo de uno de los ilustradores más relevantes de su época y que todos los amantes de las caricaturas deberían conocer.

Sus ilustraciones son una parte importante de la iconografía humorística americana.

Documental Drawing Life

Drawing Life fusiona la animación stop motion con entrevistas y escenas reales. Nathan Fitch tomó la decisión de añadir la animación al proyecto después de ver la gran satisfacción que experimentó Booth cuando en 2017 la ilustradora Sandra Boynton. Animó algunas de sus caricaturas. Al mismo tiempo, el documental también muestra el vecindario de Brooklyn, además de su vida antes de convertirse en caricaturista.

Nathan Fitch ha asegurado en New Yorker que su «motivación para hacer la pieza no fue solo el arte de George, sino también el hecho de que él era el último de una generación». Al mismo tiempo, ha asegurado que para él es una persona con un sentido de la decencia que se extiende en ambos lados del mundo, el rural y el urbano.

George Booth fue el primer ilustrador en publicar una ilustración del 11S.

George Booth cumplió 95 años el año pasado. En su carrera profesional ha realizado numerosas portadas para The New Yorker y fue el primer dibujante en publicar una ilustración después de los atentados del 11 de septiembre. Sus cómics son reconocibles por la presencia recurrente de gatos y perros, espacios en desorden y parejas que se pelean. A lo largo de su carrera ha construido un legado como bromista a través de su habilidad para encontrar la comedia en los espacios cotidianos.