Cómo limpiar la basura espacial: Nuevas soluciones tecnológicas #Uninter #IngenieríaAmbiental

La basura espacial no ha hecho más que aumentar. Ya decía el teórico francés Virilio que cada tecnología conlleva un nuevo tipo de accidente. Es decir, antes de los aviones no había accidentes de aviación. La carrera espacial y la posterior era de los satélites comercial son un ejemplo perfecto de tal aseveración. 

Si bien la tecnología espacial ha abierto un campo infinito de posibilidades, los miles de satélites que hoy orbitan la Tierra corren el riesgo de convertir el espacio exterior inmediato en un verdadero basurero. 

ClearSpace 1, hacia un espacio exterior más sostenible

La propuesta tecnológica de ClearSpace 1 llevaba un tiempo en las pizarras de los ingenieros, pero este año por fin se ha firmado un acuerdo con la Agencia Espacial Europea. La misión tendrá lugar en el año 2025 y su objetivo consistirá en retirar un fragmento del cohete Vega lanzado en 2013. Se trata de una pieza voluminosa, de unos cien kilos y un tamaño similar al de muchos satélites en órbita, motivo por el que se ha seleccionado. El concepto es relativamente sencillo: Se lanzará un vehículo con varios brazos mecánicos que abrazarán la pieza en órbita. Una vez capturada, se iniciará una maniobra de descenso con el que la nave y la pieza de chatarra se desintegrarán debido a la fricción de la atmósfera. Es decir, una misión “suicida”.

Basura espacial

Otras estrategias de limpieza espacial

Además del sistema de brazos mecánicos se han probado otras estrategias: desde redes eyectables que atrapan fragmentos flotantes y los lanzan a la atmósfera hasta arpones de titanio que recolectan las piezas. Sin embargo, parece que la clave, igual que la basura aquí abajo en la Tierra, reside en que los dispositivos en órbita se lancen con un plan de recuperación previo. Así, se espera que la nueva generación de satélites vaya equipada con diversos dispositivos como las velas Dragsail que se despliegan al final de la vida útil del satélite. Estas velas inducirán el descenso gradual del satélite hasta su caída y desintegración definitiva. Otra opción es que incluyan una placa de anclaje magnética que facilite la recogida por medio de un hipotético “camión” de basura espacial.  

Fuente: I’MNOVATION

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