Los Jarrones, espejos, candelabros y, por supuesto, maceteros han adoptado una inquietante personalidad propia, en una vuelta, entre otros, al primitivismo africano. Estos diseños atrapan a quienes los contemplan.
También, Algunos de los ejemplos más evidentes los encontramos en la tienda online Jungalow. La empezó la estadounidense Justina Blakeney con la idea de montar un santuario bohochic, finalmente, lleno de recomendaciones para una casa, ante todo, sea fotogénica. De tal forma y en primer lugar , la autora, son los muebles y objetos que ella misma diseña y vende en su página.
Por lo tanto y como resultado, recrear el rostro humano en un objeto de adorno no es algo nuevo, además ya era recurrente aun más en jarros y cántaros desde la Antigua Grecia y el Imperio Romano.
Cabe destacar que la cara del hombre también la incluyó el artista Oskar Schlemmer en su logo de 1922 para la Bauhaus, en las máscaras futuristas y teatrales que diseñó. Por la razón, , explicaría, en parte, porque este recurso de decoración finalmente ha alcanzado la categoría de moda.
finalmente, si un objeto que se ha decorado con la figura de un rostro humano solo necesita rendir homenaje a sus orígenes para volverlo tendencia.
fuente: El País