El Visual Thinking es una herramienta que permite ordenar y organizar ideas o contenidos que son representados por medio de dibujos simples y textos cortos. Es decir, se trata de un instrumento que consta de recursos visuales para acceder al conocimiento.
Nadie debería confundirlo con una forma de expresión artística, ni tampoco con una metodología de trabajo susceptible de ser utilizada en el ámbito educativo.
Múltiples formas de aplicarlo en el aula:
Es un instrumento que introduce los aspectos más básicos de la gramática visual en un entorno de aprendizaje en el que casi nadie se cuestiona el reinado del binomio letra-número como único vehículo para el acceso al conocimiento.
Herramienta comunicativa
Su potencia reside, sobre todo, en su capacidad para enriquecer cualquiera de las metodologías (sean activas o más tradicionales) que hoy en día se utilizan en las aulas.
Traducción de lo visual
Lo visual no está reñido con una clase magistral en la que un mapa puede hacer visible el itinerario discursivo del docente, e incluso se puede utilizar para crear animaciones (Video Scribing) en las que visualizar los contenidos.
Mapas visuales
Para “traducir” a un mapa visual un contenido o un determinado proceso son necesarias las habilidades de pensamiento inferior que, por medio del dibujo ayudan a recordar y entender conceptos.
Habilidades de orden superior
Es indudable que también son imprescindibles las habilidades de orden superior.
Que permiten realizar el filtrado, gestión y organización espacial de los contenidos que se deben aprender.
Fuente: Educación 3.0