Todos los jóvenes que comienzan a estudiar una carrera universitaria persiguen el objetivo de trabajar de ello algún día. Pero antes o incluso apenas obtenida su titulación no tienen la experiencia suficiente para poder insertarse en el mercado laboral. Para resolver esto, durante sus estudios tienen la posibilidad de complementar su formación con prácticas profesionales en empresas.
Es importante entender la figura del practicante o becario. En principio, una de las dudas frecuentes que tiene tanto la empresa como el practicante es saber sí se trata de un trabajador o no. La realidad es que no es un trabajador, ya que no está registrado en la plantilla laboral de la empresa, es cierto que, en algunos casos, la oferta de prácticas profesionales en ciertas empresas incluye la remuneración ya que estas empresas entienden el valor que un practicante tiene, ya que se le dan funciones, responsabilidades y sus manos son de suma importancia para la misma.
Y aunque lo ideal sería conseguir una primera experiencia con un pago de por medio, lo más importante es evaluar la experiencia que brinda el cargo en cuanto a las tareas y responsabilidades a desarrollar, más allá del dinero. La Ley Federal del Trabajo en su artículo 20 (Diputados, 2015) establece con claridad qué una relación laboral se entiende por “la relación de trabajo, cualquiera que sea el acto que le dé origen, la prestación de un trabajo personal subordinado a una persona, mediante el pago de un salario”. Pero en el caso del becario o practicante, la obligación del patrón se reduce a pagar los gastos indispensables para sostener los estudios técnicos, industriales o prácticos en algunos casos, por lo cual la relación legal entre practicante y empresa no existe.
Si recientemente terminaste tus estudios universitarios y no pudiste hacer prácticas profesionales para adquirir experiencia laboral, existen varias opciones como becas, pasantías y prácticas a los que los jóvenes profesionales en los cuales te puedes postular. La mayoría ofrecen una remuneración, pero recuerda que no es obligación de las empresas. Afortunadamente en muchas universidades hoy en día existen programas donde las prácticas profesionales son fundamentales para el desarrollo de los futuros profesionistas, en muchas de las ocasiones gracias a estos programas estudiantes aún de las universidades son contratados, con la ventaja de manejar horarios flexibles para poder culminar con sus estudios universitarios.
Si tienes la oportunidad que tu universidad maneje uno de estos programas, aprovecha los espacios que te llegan a brindar y, sobre todo, la experiencia que puedes adquirir para que seas tú quien escoja la empresa y no la empresa te escoja a ti.
Dariana Hernández Pérez, Administración de Negocios Internacionales.