Los alumnos de Arquitectura e Ingeniería Civil de la Universidad Internacional visitaron la mágica Zona Arqueológica de Yaxchilán, conocida como la ciudad perdida Maya.
Yaxchilán (“piedras verdes”, en maya) es un ejemplo del apogeo de las ciudades estado mayas durante el Clásico Tardío.
El sitio cuenta con alrededor de 120 edificios en su área central, los cuales se distribuyen en tres conjuntos. Tal cantidad de estructuras es resultado de más de 400 años de actividad constructiva.
El primero de los conjuntos es la Gran Plaza, se localiza en la parte baja, paralelo al río Usumacinta, y al que se llega mediante un pequeño resquicio. Ahí se levanta un gran número de edificaciones y estelas grabadas con jeroglíficos.
Los dos conjuntos restantes corresponden a lo que Teobert Maler (explorador italo-austro-alemán reputado mayista que dedicó su vida al descubrimiento y documentación de las ruinas de la cultura maya) designó como la Gran Acrópolis y la Pequeña Acrópolis.
En la primera destaca el Edificio 33, que resguarda en su interior una escultura decapitada del gobernante Pájaro Jaguar IV.
Un estrecho sendero en medio de la selva conduce al conjunto de la Pequeña Acrópolis y la Acrópolis Sur; esta última está formada por dos plazas y sobresalen, por sus inscripciones, los edificios 42 y 44.