Blockchain o NFT (token no fungible en inglés) es la venta de arte y a la propiedad digital en general, creando un nuevo mercado que también está dando alas a los criptoartistas nativos.
El meme de la famosa niña del incendio se vendió por 500 000 dólares este año o el collage Everydays: the First 5000 Days del artista Beeple, rompió todos los récords y lo convirtió en el artista vivo más cotizado. Todos ellos se pusieron a la venta utilizando un NFT.
¿Qué es un Blockchain o NFT?
Por si no estás al tanto, te refrescamos la memoria. Si conoces el funcionamiento de la tecnología blockchain, sabrás que se trata de bloques validados por una red de nodos que pasan a formar parte de una cadena. Esa cadena tiene “memoria” y guarda todas las operaciones realizadas. Al ser descentralizada es casi imposible falsificarla.
Las criptomonedas son una de las aplicaciones básicas del blockchain, pero cada una de ellas es intercambiable por otra: un bitcoin viene a ser una moneda como el mismo valor y características que otro bitcoin. Es decir, se trata de un bien fungible. Pero los NFT son levemente distintos. Al basarse en la tecnología blockchain de Ethereum se añade una capa de datos a sus bloques, de tal forma que puede incluirse la referencia a un activo y su propietario. Y ahí está la clave del boom en el mundo del arte.
¿Qué ventajas tiene en el mundo del arte?
El blockchain aplicado al arte, el dueño del NFT de Beeple figura en su token, así como las características de la obra adquirida. Es decir, lo que antes era reproducible hasta el infinito ahora se ha convertido en un bien único. Así, el pilar de este ecosistema viene a ser un nuevo tipo de certificado de propiedad digital que, además, previene las falsificaciones.
Luego, de forma complementaria, el comprador puede recibir una versión digital específica de la obra, aunque no es imprescindible. En el caso del collage de Beeple, se trata de una imagen en alta resolución con un peso de 319 GB que el comprador ha expuesto en una galería del metaverso.
A diferencia del cuadro de Beeple, el comprador del meme que hemos mencionado al comienzo ha obtenido la misma imagen que estás viendo en tu navegador. El único matiz es que no eres el propietario oficial y él o ella sí.
¿Y qué sucede cuando se vende un NFT? En el caso de Beeple, el artista no ha renunciado a sus derechos de autor. Piensa en una editorial que publica un libro, aunque la autoría sea del escritor. Así, cada vez que se haga una nueva venta del NFT en el futuro, el autor percibirá una parte de los ingresos.
Si se tienen en cuenta estos factores, es comprensible que el modelo haya suscitado el interés de las casas de subastas, las galerías de arte y los artistas. Entre las principales ventajas de los NFT en el sector del arte podríamos resumir las siguientes:
- Convierten obras digitales en bienes únicos
- Protegen el arte de falsificaciones
- Ofrecen una nueva vía de ingresos a los artistas digitales
- Los artistas pueden beneficiarse de las compraventas sucesivas
- Pueden asociarse a obras físicas, también llamado arte “figital”
¿Dónde se compran y se venden los NFT del arte?
El fenómeno está generando nuevas comunidades y mercados específicos dedicados a la compraventa de NFT de arte. Algunos de los nombres que han surgido al calor de la fiebre son Art Olin, Art Blocks, Async Art, BAE, CryptoArt.ai o EthBlock.art.
Y no solo eso: plataformas como Art Blocks, se han especializado en manifestaciones artísticas muy concretas como el arte generativo basado en algoritmos. Si quieres saber de qué va, tienes un ejemplo al final del artículo.
LOS MUSEOS DE ARTE SE SUBEN AL CARRO
Los NFT no tienen por qué remitir a una obra de arte digital. Un ejemplo de ello es la iniciativa del museo Hermitage ruso. La reputada pinacoteca ha lanzado versiones NFT de obras clásicas de Leonardo da Vinci o Van Gogh. Naturalmente, el comprador no se queda el lienzo, sino con un token que, en este caso, incluye la firma de Mikhail Piotrovsky, el director general del museo.
Otra galería que se ha apuntado a la tendencia es la de los Uffizi en Florencia. El edificio acoge algunas de las obras inmortales de artistas como Botticelli, Caravaggio o Miguel Ángel. En el caso de este último, se ha vendido en fechas recientes un NFT de uno de sus cuadros por 170 000 dólares. La venta se llevó a cabo para paliar las pérdidas ocasionadas por la pandemia del coronavirus.
Este tipo de iniciativas se ha bautizado como arte “figital”, es decir, una mezcla entre digital y físico.
ARTE ALGORÍTMICO: los Blockchain al cuadrado
Si el mundo del blockchain aplicado al arte puede parecer desconcertante, aún no has oído todo. La última fiebre es la generación de NFT aplicados a arte generado por medio de algoritmos.
El autor simplemente se encarga de definir los parámetros iniciales, los elementos que se combinarán y las gamas de color. Una vez completada esta fase, los algoritmos recombinan los elementos y generan cientos y, a veces, miles de combinaciones.
Uno de los casos más sonados es el de la galería de imágenes de perfil (conocidos como PFP) Bored Ape Yacht Club compuesta por diez mil imágenes. La casa de subastas Sotheby’s logró vender una parte de la colección, compuesta por un centenar de monos aburridos, por 24,4 millones de dólares. Y parece que su competidora Christie’s también está interesada en llevar a cabo una subasta similar.
La plataforma de arte generativo Art Blocks también permite a los artistas subir sus algoritmos y generar series limitadas de obras asociadas a la cadena de bloques de Ethereum. Y aquí llegamos a una cuestión crítica. Si los NFT han cambiado el concepto de propiedad digital del arte ¿cambiarán también los algoritmos generativos el concepto de autoría artística?