En el mundo del arte, existen técnicas que han resistido el paso del tiempo, conservando su encanto y relevancia a lo largo de los siglos.
Una de estas técnicas es el esgrafiado, una forma de expresión artística que combina el dibujo y la escultura para crear obras cautivadoras y llenas de textura. En esta entrada de blog, nos sumergiremos en el fascinante mundo del esgrafiado, explorando su historia, su proceso y su impacto en la escena artística contemporánea.
Orígenes y Evolución
El esgrafiado tiene sus raíces en la antigüedad, con evidencias de su práctica que se remontan a civilizaciones como la romana y la egipcia. Sin embargo, fue durante el Renacimiento cuando esta técnica alcanzó su apogeo, especialmente en la arquitectura, donde se utilizaba para decorar fachadas y crear intrincados diseños en yeso y piedra. Durante el siglo XX, el esgrafiado encontró un nuevo hogar en el mundo del arte moderno, donde artistas experimentales lo adoptaron y lo adaptaron a nuevas formas de expresión. El término esgrafiado ha llegado hasta nuestros días, traducido del vocablo italiano «sgraffiare», que significa hacer incisiones o rascar con una herramienta llamada «grafio», o sea un elemento punzante.
El Proceso Creativo
El proceso de esgrafiado es una danza entre la adición y la sustracción, donde el artista trabaja sobre una superficie recubierta de una capa base de material, como yeso, arcilla o pintura fresca. Utilizando herramientas afiladas o punzantes, el artista elimina selectivamente partes de esta capa para revelar las capas subyacentes y crear formas, patrones y texturas. Este proceso requiere precisión, paciencia y una visión clara del resultado final, ya que cada rasguño y marca contribuye al carácter único de la obra.
Tipos de esgrafiado
Ceras. Como en muchas otras técnicas, hay distintas formas de llevar a cabo un esgrafiado. La más conocida y utilizada es con ceras (Crayola). Con estas ceras se colorea el papel y luego se cubre todo con una cera de color negro, tapando los colores que hay debajo. Y finalmente se comienza a esgrafiar con algún elemento punzante. La idea es levantar la cera negra descubriendo el color que hay debajo.
Tinta china. Otro material utilizado para llevar a cabo un esgrafiado sería la tinta china. Para ello primero se pinta el papel con crayones de colores y a continuación se extiende con la mano una capa de talco. Después, se cubre toda la hoja con tinta china y se deja secar. Por último, una vez seco se realiza con un material punzante el dibujo que se quiere conseguir.
Óleo. En el caso del óleo existe un método que consiste en pintar una capa húmeda (es decir, que aún no se haya secado) y rascarla de modo que se vea la pintura seca de abajo o directamente el soporte.
En primer lugar, se pinta el fondo con los colores deseados y se deja secar esta capa de color. A continuación se pinta encima con otros colores y antes de que se seque se empieza a rascar la pintura, para que salga más fácilmente. Para esgrafiar se utiliza una punta de madera (que puede ser de un pincel viejo, rompiendo su punta para afilarla), o puede usarse una espátula o cualquier instrumento útil para rayar. Cada vez que se rasca se debe limpiar la pintura que se retira del raspador.
Esta técnica sirve para definir perfiles o detalles con mucho dibujo, por ejemplo, encajes en ropas. Si el color que tenemos abajo hace contraste con el que pintamos encima, entonces el esgrafiado resaltará más.
Aplicaciones Contemporáneas
Aunque el esgrafiado tiene profundas raíces históricas, sigue siendo una técnica relevante y vibrante en la escena artística contemporánea. Los artistas de hoy en día continúan explorando y experimentando con el esgrafiado en una variedad de medios, desde el papel y el lienzo hasta el metal y el vidrio. Además, el esgrafiado ha encontrado su lugar en el mundo digital, donde las herramientas digitales permiten a los artistas crear obras con la misma sensación táctil y texturizada que las tradicionales.
Conclusión
El esgrafiado es más que una técnica artística; es una celebración de la creatividad humana y la habilidad artesanal. Desde sus humildes comienzos en la antigüedad hasta su resurgimiento en el arte contemporáneo, el esgrafiado ha dejado una marca indeleble en el mundo del arte. Ya sea que estés interesado en explorar esta técnica por primera vez o seas un experimentado, el esgrafiado ofrece un mundo de posibilidades creativas que espera ser explorado.
En resumen, el esgrafiado es mucho más que una técnica artística; es un viaje emocionante hacia la exploración de formas, texturas y narrativas visuales que continúa inspirando a artistas de todas las generaciones.
Los alumnos de las Licenciatura de Diseño presentan su técnica de Esgrafiado de la materia de Técnicas de Representación.
Fuente: Trabajos de alumnos Diseño
Licenciatura en Diseño Gráfico
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