La nueva sede central de la compañía de comercio electrónico y servicios de computación Amazon, en Seattle, diseñada por el estudio de arquitectura estadounidense NBBJ, le apuesta, ante todo, al bienestar laboral de sus empleados.
Se compone de un conjunto de cinco rascacielos medianos y tres cúpulas transparentes, denominadas biosferas, las cuales actúan como un jardín cubierto y un espacio de trabajo colectivo apto para la comunicación. A partir de la construcción de su nueva sede, Amazon busca revitalizar este sector de la ciudad. En ese sentido, el proyecto no aspira a convertirse en un centro aislado del núcleo urbano, sino en un complejo de edificios al que se llega con facilidad en bicicleta o transporte público.
En relación con el concepto de biosfera que define el planteamiento arquitectónico, los autores han señalado que se trata de “un lugar que contiene decenas de miles de plantas y árboles de todo el mundo. Se ha demostrado que la exposición a la naturaleza tranquiliza a la gente y les ayuda a pensar de manera más creativa. Así, las esferas están diseñadas para que los empleados de Amazon se sientan y trabajen mejor”. En cualquier caso, trabajar en medio de la vegetación es, sin duda, más agradable que hacerlo en una oficina convencional. En definitiva, este proyecto marcará un antes y un después en la manera de concebir estos ambientes.