¿El narcisismo desaparece en algún momento?

Todos conocemos a una persona narcisista. Tal vez no ha sido diagnosticada clínicamente con narcisismo, pero todos tenemos algún conocido que tiene fuertes tendencias egocéntricas que indica ser una característica narcisista. Si nosotros tenemos que trabajar con ellos (o vivir con ellos), frecuentemente toleramos su egoísmo y grandiosidad, solo para mantener un estado de paz. Pero no podemos evitar pensar sobre lo mucho mejor que nuestra relación podría ser con nuestros amigos, familiares o compañeros de trabajo, que viven enamorados del reflejo del espejo y enfocados en sí mismos, si ellos fueran un poco más conscientes o respetuosos de las necesidades de las otras personas. ¿Hay esperanza en ello? La investigación nos dice que sí.

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El narcisismo en la edad de la vanidad

Mientras que nosotros podemos bromear sobre las desventajas de envejecer, solemos hacer referencia al físico. Pero si hacemos una lectura desde la personalidad y la sabiduría, diríamos que muchas personas mejoran con el tiempo. Esto es verdad, incluso para los narcisistas. Pero aquí está el truco, pues parece que está vinculado con su estilo de vida, y sus elecciones de vida.

En el artículo “You’re still so vain” de Eunike Wetzel et.al. (2020), se estudió la evolución del narcisismo desde los adultos jóvenes hasta las edades medias (35-40 años aprox.). Ellos examinaron los cambios que suceden dentro de un periodo de 23 años, desde las edades de 18 y hasta los 41 años, de forma general al narcisismo, así como a las tres facetas del mismo: liderazgo, vanidad y prepotencia. También examinaron si las experiencias de vida predicen cambios en los niveles del narcisismo durante esos años. Así mismo, si el narcisismo durante la juventud adulta registra experiencias de vida comparables a la de edades medias.

En una revisión de su metodología, Wetzel et.al. explica que eligieron el uso de estas tres facetas del narcisismo: autoridad, vanidad y liderazgo. Ellos describen prepotencia como la faceta más tóxica de la personalidad, señalando que está asociada con “devaluar a otros, estar en desacuerdo, y produciendo bajos niveles de satisfacción en sus relaciones.” Ellos definen a la vanidad como el reflejo de la tendencia de vivir con mucho orgullo la apariencia y logros propios. Así mismo lo relacionan con la propensión de querer ser el centro de atención, y notan que está vinculada con “grandes ideas de éxito”.

En relación de por qué tú podrías tener un jefe narcisista, Wetzel et.al. señalan que el liderazgo, el cual lo reconocen como la faceta más adaptativa del narcisismo, está relacionado con la extroversión, la auto-estima, el deseo de ser líder, y la persistencia para alcanzar las metas. Efectivamente, ellos encontraron que los adultos jóvenes que registraron altos niveles de narcisismo y liderazgo, solían tener posiciones de supervisión cuando llegaron a las edades medias.

La edad de la madurez

En general, Wetzel et.al. encontraron un detrimento con el tiempo en los niveles del narcisismo, vanidad y prepotencia. Ellos notaron que estos cambios son consistentes con la maduración, aún cuando las personas jóvenes fueron más pro-sociales y menos centradas en sí mismas. Pero desafortunadamente, ellos también encontraron –aunque tal vez no sea sorpresa- individuos vanidosos tenían problemas para lograr tener relaciones sanas.

Wetzel et.al. notaron que los participantes que eran más vanidosos durante sus años de universidad, tendían más a estar involucrados en relaciones inestables, y si llegaban a casarse, tendían a divorciarse. Reconocieron que esto es consistente con la investigación previa que indicaba un vínculo entre el narcisismo y un nivel bajo de compromiso al interior de las relaciones íntimas. Ellos sugieren que esto explica por qué los narcisistas tienen menos hijos para cuando llegan a las edades medias.

Aún sin ser una nota positiva respecto a las relaciones, encontraron que tener hijos y estar en relaciones íntimas estaba vinculado con fuertes detrimentos en la vanidad. En consecuencia, ellos observan que cuando se llega a una edad en la que ya adoptamos roles sociales, esto promueve que cambiemos nuestro enfoque de nosotros hacia otros. Esto parece estar relacionado con el desarrollo de un adulto más maduro, que se entiende como el reflejo de una vanidad disminuida.

Tomando ambas ideas juntas, Wetzel et. al. notan que sus resultados sugieren que la gente efectivamente tiende a ser menos narcisista conforme envejecen. Pero el declive de este grado depende de las decisiones de carrera y familia que hizo durante esas etapas de su vida.

Referencias

[1] Wetzel, Eunike, Emily Grijalva, Richard W. Robins, and Brent W. Roberts. 2020. “You’re Still so Vain: Changes in Narcissism from Young Adulthood to Middle Age.” Journal of Personality and Social Psychology 119 (2): 479–96. doi:10.1037/pspp0000266.supp (Supplemental).

https://www.psychologytoday.com/intl/blog/why-bad-looks-good/202008/do-narcissists-grow-out-it

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