Reflexionar sobre el curso de nuestras vidas, puede contribuir en el crecimiento personal y el desarrollo de nuestras posibilidades al aprender de nuestros errores. Este viaje personal es normalmente guiado por la motivación de explorar nuestra unicidad y estimular nuestro potencial total, o como lo describiría Abraham Maslow, nuestra auto-realización (1987;1943).
¿Cuáles son las historias de nuestra vida que vemos ahora fluir frente a nosotros? ¿Qué has hecho bien? ¿Dónde has cometido errores? ¿Qué has aprendido? Las percepciones (insights) que recuperamos cuando vemos nuestro pasado, revisando y compartiendo nuestras historias, nos puede ayudar a impulsar nuestras opciones y decisiones hacia una consciencia más amplia, con mayor claridad, más inspiración y satisfacción (Cowan & Thal, 2015; Stewart & Vandewater, 1999; Jung, 1971).
Escribir para aprender
La investigación indica que escribir nuestra propia historia puede generar cambios biológicos y podría ayudarnos a mantenernos saludables por más tiempo (Pennebaker, 2016). El psicólogo Pennebaker, ofrece unas sugerencias pragmáticas para lograr una escritura más expresiva, incluyendo esto el escribir por 15 minutos al día, por 3 o 4 días seguidos. Hay muchas formas de escribir. Identificar lo que mejor funciona para ti, ya suena a un avance.
Primero, encuentra un lugar tranquilo donde no puedas ser interrumpido. Puede que decidas que escribas a mano, o en una computadora, o dictándole a una grabadora, que en ocasiones es más fácil que solo escribir. De esta forma ya no te preocupas por deletrear bien, tener buena gramática, y sabes que tú decides si lo que escribes lo guardas o tiras.
Estrategias para aprender mejor de nuestros errores
Aquí se comparten 3 estrategias que te pueden ayudar a identificar tus historias, ayudarte a aprender de tus errores y promover así una mejor versión de ti mismo:
1. Toma en cuenta que tienes unos lentes con los que ves tu vida. El hecho de que no podamos cambiar nuestro pasado, no nos impide replantearnos nuestras interpretaciones de forma que logremos más claridad, aceptación y significado en lo que hacemos.
Reconocer e interpretar nuestro pasado, nos puede ayudar a aprender de nuestros errores, navegar a través de nuestras transiciones y cambios, abrirnos al futuro, así como construir puentes hacia un mejor significado de nuestras vidas.
2. Donde sea que tú te encuentres en tu vida, date la oportunidad de reflexionar. Esto podría ser una oportunidad para considerar, interpretar, y aprender de tu viaje y de tus experiencias. Mientras que tu vida pareciera ser una colección aleatoria de eventos, en realidad es una sola historia –tú historia-, la narrativa de tu vida.
3. Date el tiempo de sentarte con tranquilidad en el tiempo presente. Cuando tú estés listo, gentilmente lleva tu atención a lo que ha sido tu vida. Si tú encuentras que te gustaría ser un poco más sistemático en el proceso de revisión de tu vida, el escribir tus pensamientos en un diario, usando algunas de las estrategias descritas arriba, podría ser un avance importante. Aquí se comparten algunas preguntas:
¿Cuáles son las historias más significativas en mi vida?
¿Cuáles son las lecciones importantes que he aprendido? ¿Qué me hubiera gustado aprender antes?
¿Qué me hubiera gustado haber hecho y que aún no hago?
¿Cuáles errores he cometido y cuáles creo importante compartir con otros?
Si pudiera vivir mi vida de nuevo, ¿Qué haría diferente?
¿Qué es lo que más valoro?
¿De qué me gustaría aprender más?
¿Cuáles son las esperanzas para mi vida? ¿Para mis personas queridas, para mi país y para el mundo?
¿Cómo quisiera yo compartir mis reflexiones, mis aprendizajes y mi sabiduría a otros?
¿Cuáles son mis siguientes pasos?
