Antropología para la Comunicación

La antropología es una ciencia que estudia las características sociales y físicas que tienen los seres humanos, es decir, el estudio del hombre. Así mismo, esta ciencia sustenta cada uno de sus estudios por medio de la filosofía, la cultura y la biología. A su vez, está la comunicación, la cual se puede definir como una herramienta esencial en el desarrollo humano y en la construcción de sociedades, mediante distintas teorías que pueden llegar a ser contradictorias o complementarias; la comunicación se centra en transmitir señales que puedan ser recibidas e interpretadas de diversas maneras. Así pues, estas dos disciplinas pueden complementarse y desarrollarse mutuamente.

Lo que hay en común entre todas estas ramas de la antropología, aparte del estudio del hombre, es el estudio de él en la conformación de las sociedades y su participación cuando éstas ya han sido organizadas. Es acá donde la antropología y la comunicación se complementan, ya que la comunicación se estudia desde distintas teorías que hacen referencia a su importancia en la sociedad y su relación con las dimensiones del ser humano, haciéndolo un ser espiritual y biológico, remontándose a la historia cultural y tomándolo como un ser social, que con el pasar del tiempo, ha asumido tres tipos de comunicación, la verbal, no verbal y la masiva.

Las ventajas que ofrece este enfoque residen en la comprensión, a partir de la recuperación de la perspectiva del actor, del sentido de las prácticas de interacción con los medios, y a su vez, de su capacidad para explicar cómo las preferencias individuales se integran en las dinámicas cotidianas. En este enfoque el grupo, ya sea familiar, amical, de trabajo, etc., constituye la unidad de análisis fundamental para analizar los procesos de recepción y construcción de la información.

Un comunicólogo debe ser consiente de la antropología como herramienta para comprender los procesos comunicativos en el contexto de la vida social, es decir, no entendemos la comunicación como algo esporádico o accidental o que no esté influenciado o guiado por la cultura y la sociedad donde viven las personas que se comunican. Por ello, trabajamos por comprender las características sociales de las personas con las que trabajamos, ya sean nuestros propios clientes o el público que a estos les interesa acercarse. ¿Cómo podemos conocer las características sociales de las personas, los procesos compartidos que les hacen participar de una lógica cultural común?

Realizar una estrategia de comunicación va más allá de imaginar cómo ser originales cuando intentamos transmitir una idea, vender un producto u ofrecer un servicio. Para comunicar algo con nuestros clientes, debemos de conocerlos, entender sus preferencias y atender a las lógicas culturales a las que responde su manera de mirar la realidad, que guía su manera de actuar. Aplicar la antropología a la comunicación permite tomar mejores decisiones, porque nos dispone de más información, de carácter científico, sobre cómo transmitir y cómo comunicar con los códigos y claves culturales que nuestro posible interlocutor entiende y maneja.

Fuente: https://cactuslab.es/

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