Prácticas de cuidado: En los últimos años, el término “autocuidado” se ha convertido en sinónimo de cosas como baños calientes, masajes y días relajantes en el spa. Y aunque estas actividades ciertamente pueden ser una forma de cuidarse a sí mismo, el significado real del cuidado personal es mucho más profundo.
4 prácticas de cuidado personal para más salud, felicidad y bienestar
“Si bien los baños calientes y los masajes pueden ser una manera maravillosa de relajarse, el verdadero cuidado personal es integral: se trata de alimentar la mente, el cuerpo y el espíritu con estrategias que sean sostenibles a largo plazo”, comenta Courtney Kirkpatrick, consejera profesional en Pensilvania.
Pero, ¿cuál es exactamente el significado más profundo de autocuidado? ¿Y cómo puedes llevar tus prácticas de cuidado personal a un nivel más profundo y significativo, para disfrutar de una mejor salud, felicidad y bienestar en el proceso?
¿Cuál es el verdadero significado del cuidado personal?
Como se mencionó anteriormente, cuando la mayoría de las personas escuchan el término autocuidado, su mente se dirige inmediatamente a las diversas formas de relajación física. Pero la definición real de autocuidado es mucho más amplia y profunda que eso.
“Mi definición favorita de autocuidado es: cualquier pensamiento o acción que hacemos deliberadamente para cuidar nuestra salud mental, espiritual, emocional y física”, indica Kelly Donahue, psicóloga de salud clínica que se especializa en autocuidado, estrés y ansiedad y autora de Cuidado Personal Diario: tu guía probada y holística para sentirte mejor. “El cuidado personal es hacer y pensar las cosas que sirven para nuestro bien mayor y ayudan a crear la mejor versión de nosotros”.
Autocuidado
Así que, esencialmente, el autocuidado es cualquier cosa que hagas para cuidarte a ti mismo, físicamente, sí, pero también mental, espiritual y emocionalmente. Entonces, si bien tomar un baño caliente, ciertamente podría contar como un acto de cuidado personal, también podrías pasar una tarde acariciando a tu perro, hacer una caminata para maravillarte con la belleza de la naturaleza o decir no a una reunión social o compromiso para ponerte al día con tus horas de sueño que tanto necesitas.
Darte lo que necesitas para sentirte cuidado, ya sea priorizar el ejercicio, hacer tiempo para ponerte al día con amigos cada semana o comprometerse con una práctica de meditación para ayudar a mantener a raya la ansiedad, no sólo te da tiempo para nutrirte, sino también te da la oportunidad de ser la mejor versión de ti mismo en todos los aspectos de la vida.
Entonces, la pregunta es, ¿cómo puedes incorporar el cuidado personal a tu vida de una manera más profunda, de una manera que te haga sentir en calma? Las siguientes prácticas te pueden ayudar:
1. Aborda cada uno de los pilares del autocuidado
Si sólo cuidas de tu salud física, y no le das a tu -yo- mental, emocional o espiritual los cambios totales de vida (TLC, Total Life Changes por sus siglas en inglés) que necesitas, lo más probable es que no te sientas completamente bien.
“Puede ser fácil concentrarse en una sola área, como la salud física”, comparte Donahue. “Podrías comer col rizada, salmón y hacer ejercicio cinco veces por semana y aun así no sentirte bien, si no estás atendiendo las otras necesidades también”.
Si deseas practicar una forma más profunda de cuidado personal, asegúrate de incorporar prácticas para cada uno de los cuatro pilares: físico, mental, emocional y espiritual. Ten en cuenta que espiritual no tiene por qué significar religioso; podría significar simplemente dedicar tiempo para adentrarte en la naturaleza o explorar una práctica de atención plena.
Entonces, por ejemplo, tu rutina de cuidado personal podría consistir en caminar unos 15 minutos todas las mañanas (física), realizar llamadas semanales con tu familia o amigos (emocional), ir a terapia una vez a la semana (mental) y encontrar una nueva ruta para explorar cada mes (espiritual).
La clave es cuidar todas las partes de ti mismo para aprovechar el cuidado personal para sentirte lo mejor posible. “El cuidado personal es holístico. Cuando atendemos nuestras necesidades físicas, emocionales, cognitivas y espirituales, nos sentiremos mejor”, comparte Donahue.
2. Empieza con algo pequeño
Quieres cuidarte física, mental, emocional y espiritualmente. Pero tampoco quieres sentirte abrumado y estresado ante la idea de revisar tu rutina y hacer muchos cambios a la vez.
Por eso, cuando se trata de incorporar más (y más profundas) prácticas de autocuidado en tu vida, es mejor comenzar de a poco.
“Recomiendo elegir una pequeña cosa que puedan hacer para mejorar la forma en que te sientes”, señala Donahue. “Eso podría ser irte a la cama 15 minutos antes, meditar 2 minutos antes de acostarte en lugar de ver las redes sociales, o caminar por tu calle después del trabajo”.
Hacer pequeños cambios para incorporar el cuidado personal en tu rutina puede parecer más manejable que los cambios más grandes y radicales, como empezar por tomar algunos minutos al día y meditar con ayuda de videos o de una aplicación, como la de Fitbit, para que así puedas implementar una estrategia de concentración que se puede convertir en un hábito saludable.
¿Y la mejor parte? Cuanto más exitoso seas con los pequeños cambios en tu rutina, más te motivarás a continuar con tu viaje de autocuidado y más fácil será implementar cambios más grandes y significativos.
“Comenzar con un pequeño cambio ayuda porque una vez que haces lo que dices que vas a hacer, construyes integridad y confianza en ti mismo”, expresa Donahue. “Esas pequeñas victorias generan un progreso adicional”.
3. Habla contigo mismo como hablarías con un amigo
Las personas hablan constantemente consigo mismas y, para muchos, el contenido de esas conversaciones no es nada amable.
“El cuidado personal es cómo nos tratamos a nosotros mismos y cómo nos hablamos a nosotros mismos”, explica Donahue. “Si somos malos y críticos con nosotros mismos, no nos vamos a sentir felices ni saludables”.
La forma en que te hablas a ti mismo puede tener un gran impacto en cómo te sientes en tu día a día.
Entonces, ¿cuál es una de las prácticas de cuidado personal más transformadoras que puede incorporar a tu rutina? Deja de hablarte a ti mismo de forma negativa y, en cambio, empieza a hablarte a ti mismo como le hablarías a un amigo.
Hablar contigo mismo con la amabilidad, el amor y la comprensión que usarías en una conversación con un amigo puede ayudarte a generar un sentido más profundo de autocompasión, que puede tener un efecto dominó en tu salud, felicidad y bienestar.
“Si podemos comenzar con la base de ser amables con nosotros mismos, al ser conscientes de que nos merecemos esa amabilidad, entonces es más fácil pasar a hacer todas las actividades que nos ayudan a lograr una mejor salud física y emocional”, indica Donahue.
4. Deja de decir que sí cuando quieras decir que no
¿Eres una persona que siempre dice que sí? Si es así, no estás solo. “Muchas de las personas con las que trabajo no tienen límites saludables”, comenta la terapeuta Ruthie Kalai, Trabajadora Social Profesional. “Dicen que sí a las cosas a las que preferirían decir que no, y luego se preguntan por qué se han sobrepasado”.
Pero aprender a decir que no y establecer límites en torno a tu tiempo y energía puede cambiar completamente las reglas del juego en términos de autocuidado.
Ahora, si estás acostumbrado a decir que sí a todo, comenzar a establecer límites y decir que no puede resultar incómodo. ¡Pero eso está bien! “El cuidado personal no siempre es hacer lo fácil u obvio”, dice Donahue. “El cuidado personal puede ser un inconveniente y un desafío”, pero eso no hace que valga la pena.
Si eres nuevo en el establecimiento de límites, comienza por aumentar el tiempo entre el momento en que alguien te pregunta algo y el momento en que respondes. A menudo, la gente dice que sí sin pensarlo y luego se arrepiente más tarde. Al darte tiempo y espacio para procesar una solicitud (ya sea aceptar un proyecto adicional en el trabajo, hacerle un favor a un amigo o aceptar una responsabilidad grande en la escuela de tu hijo), puedes evaluar mejor cómo deseas responder y evita decir que sí como una reacción instintiva.
¿Y una vez que dices que no? Eso es todo lo que tienes que decir; no sientas la necesidad de justificar tus límites. “-No- es una oración completa que no requiere explicación adicional”, añade Donahue.
Comprende que el cuidado personal es un viaje y, si te desvías, simplemente retoma el camino.
Dar prioridad al cuidado personal y utilizar estas prácticas para cuidarte a ti mismo contribuirá en gran medida a respaldar tu felicidad, salud y bienestar general. Pero no seas duro contigo si te alejas de tu rutina de cuidado personal. “Si descubres que tu autocuidado ha desaparecido, comienza por darte un poco de comprensión y compasión en lugar de ser tan crítico”, explica Kirkpatrick.
Recuerda, tendrás días en los que te cuidarás mucho, y otros días no tanto. Pero la mejor forma de cuidado personal que puedes darte es tomar un respiro y volver a intentarlo mañana. “Lo que más importa es que empieces de nuevo”, finaliza Kalai.