Sueño: Educación y sueño, más que una comparación, estas dos dimensiones son la base para un correcto aprendizaje.
En la actualidad existe una premisa segura: dormir mal afecta directamente el rendimiento en cualquier actividad. Esto además de estar respaldado por la ciencia, lo experimentamos diariamente en nuestra vida.
¿Por qué es importante dormir bien?
Dormir bien significa estar en un estado de reposo, en el que se suspende toda actividad consciente y todo movimiento voluntario. Además del descanso físico, el sueño permite el desarrollo del sistema nervioso y la conservación de la energía.
Mientras duermes, tu cerebro consolida las memorias y se regula tu estado del humor, disminuyendo la agresividad y la ansiedad.
Una persona debe dormir al menos 7 horas al día, para mantener el funcionamiento óptimo de sus capacidades mentales.
Se ha demostrado que un sueño deficiente afecta directamente el rendimiento académico de los niños. En un estudio realizado por Cladellas y colaboradores (2014), aquellos niños con menos horas de sueño o con hábitos irregulares, tuvieron peores resultados en todas las pruebas de desempeño.
¿Cómo detectar un mal sueño?
Si una persona tiene un desempeño deficiente a nivel académico y además, solemos verlo cansado y con alteraciones en la atención, estamos hablando de una situación típica de mal sueño. Ahora bien, en otras situaciones, un mal sueño puede expresarse a través de la alteración de las habilidades sociales o la coordinación motora.
Un descanso deficiente afecta de manera global el desempeño cognitivo, por tanto, aquellas situaciones que demanden un alto rendimiento, como el juego o el intercambio social, también suelen verse afectadas.
Consecuencias de la falta de sueño
La falta de sueño tiene consecuencias muy evidentes durante el día como la tendencia a dormirse a todas horas, los cambios repentinos de humor, la tristeza, la irritabilidad, la actitud pesimista, el aumento del estrés, la ansiedad, el retraso en la respuesta a estímulos, menor capacidad de atención y la sensación de peso sobre el cerebro.
Principales alteraciones en marcos educativos
- Inicio y mantenimiento del sueño: Personas a las que les cuesta conciliar el sueño, principalmente por una alta excitación y actividad previa al mismo.
- Problemas respiratorios: Principalmente en personas con apnea del sueño o vegetaciones. La mala calidad respiratoria conlleva alteraciones en la oxigenación de la sangre y en la profundidad del sueño.
- Desórdenes arousal: La activación arousal puede entenderse como el nivel de activación nerviosa. Durante el sueño, muchos no experimentan un descenso en los niveles de detección de un estímulo, teniendo un sueño ligero o actividades motoras estereotipadas como caminar o hablar.
- Alteraciones del tránsito sueño vigilia: En este caso se hace referencia a muchas parasomnias como la parálisis del sueño o los terrores nocturnos. Existen fallos en los mecanismos de transición, produciendo experiencias angustiosas que pueden fomentar una asociación negativa del sueño. Los niños suelen presentarse temerosos y con excesivo miedo.
- Hiperhidrosis del sueño: Hablamos de excesivos sudores o necesidad de ir al baño en la noche. Esto lleva a una mala calidad del sueño por la alteración de la regulación de la temperatura corporal y los constantes despertares para ir al baño.
- Somnolencia excesiva: Uno de los síntomas más comunes de un descanso deficiente en términos de calidad. Presentan conductas de cansancio excesivo durante el día, como dormirse en clase o mirando la televisión.
Recomendaciones para mejorar tus hábitos al dormir
- Respeta tus horarios para dormir.
- En las noches consume una cena ligera.
- Haz ejercicio lejos de la hora de dormir.
- No consumas alcohol, tabaco o cafeína.
- No dejes tareas y actividades para último momento.
- Si detectas que no logras conciliarlo o te despiertas frecuentemente, solicita ayuda médica.
- Duerme en una habitación bien ventilada pero evita el exceso de frío.
- Elimina del ambiente cualquier molestia como ruidos o exceso de luz.
- No lleves los problemas a la cama.
- Mantén horarios regulares de alimento, ejercicio y sueño.
- Evita las siestas o no las alargues por más de media hora.