En ocasión del Día del maestro traemos el tema acerca de la labor académica, especialmente en esta etapa que ha sido de clases virtuales, queremos compartir una reflexión acerca de la labor que llevan a cabo los profesores.
Aprovechamos para felicitar a todas las y los docentes de nuestra institución desde la parte del Blog de Letras , así como un reconocimiento a su labor incansable. ¡Muchas gracias por su entrega!
En la actualidad es muy difícil delimitar cuál camino seguir para formar el proyecto profesional. La mayoría de las personas que eligen ser maestros no alcanzan a imaginar lo complejo e incierto que puede ser el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La acción profesional del maestro se lleva a cabo en su práctica pedagógica, esta articula el saber pedagógico que se refiere a “los principios fundamentadores, los conceptos especificadores y las arquitecturas teóricas que los ensamblan” que se alimenta desde experiencia pedagógica del maestro y desde allí se construyen nuevos aprendizajes para mejorar la misma, en otras palabras, el trabajo del maestro conlleva a una reflexión continua que comprueba su labor.
Según lo anterior, es relevante que el maestro llegue al acto consiente donde hace una mirada crítica reflexiva de su práctica, de sus habilidades y su conocimiento, puesto que “la experiencia pedagógica es fundamental en la construcción del saber pedagógico que se hace evidente en las prácticas”.
Desde esta perspectiva, la práctica pedagógica debe estar sujeta a cambios coherentes con las exigencias de la sociedad actual y adquiriendo un sentido evidente: construir el saber desde la experiencia para transformar realidades e incidir en la sociedad.
La concordancia del maestro con el saber está en el conocimiento que este tiene de su identidad, de su nivel de conciencia y de reflexión, es decir que la relación saber-maestro está intervenida por la experiencia, dado que “la experiencia pedagógica no llega con la cantidad de años de trabajo, sino que emerge de las preguntas que interrogan las propias prácticas y que a la vez guían una serie de búsquedas que terminan transformando el pensamiento del maestro y sus modos de enseñar”.
Siguiendo esta idea, el proceso de formación de un maestro no termina únicamente en sus años de estudio y con los conocimientos adquiridos ya que la formación no tiene freno; en el aula no solamente la situación de enseñanza-aprendizaje se enfoca en los alumnos, el docente hace parte de dicho proceso: aprende cada día de su hecho pedagógico, de su práctica y de sus modos de enseñar.
Así pues, la formación docente consistente, continua y permanente ofrece los instrumentos necesarios para mediar las incertidumbres, situaciones y problemáticas que surgen en el proceso de enseñanza-aprendizaje; es un ejercicio que favorece el hecho pedagógico relacionando las experiencias con nuevos conceptos y estrategias o métodos para el progreso de la práctica pedagógica, buscando transformaciones de realidades y aportes para nuestra sociedad.
Referencias:
- “La labor del maestro” en “Compartir palabra maestra”.
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