La docencia: una profesión noble
El ser humano, es por su naturaleza, un ser que está hambriento por aprender. Es un ser que ama y desea saber sobre aquello que no conoce y busca las respuestas. Esa hambre, va ligada con el aprendizaje empírico y también por nuestros padres, más es en la escuela donde verdaderamente aprendemos sobre aquello que nos apasiona y siempre de la mano de nuestro guía; el profesor.