El secreto del éxito de Clarice Lispector, la escritora brasileña para la que “la realidad no tiene sinónimos”

Comparada con Virginia Woolf y James Joyce, es considerada hermética, permeada por la experimentación lingüística, entre líneas y “silencios”.

Sus tramas son prácticamente inexistentes y es conocida por sus rupturas de las reglas de puntuación, con una novela, por ejemplo, que comienza con una coma y termina con dos puntos.

La obra de Clarice Lispector (1920-1977) no es fácil de leer.

Aun así, la escritora es una de las más citadas en internet. Y, paradójicamente, muchos de los textos y frases que se le atribuyen no son suyos.

En su libro “Amar a Clarice – Cómo descubrir y apreciar los aspectos innovadores de su obra”, la escritora y profesora de literatura Emilia Amaral escribió que Clarice Lispector “vivió y escribió bajo los signos de la fascinación y la paradoja: adorada por muchos, elegida como objeto de varias corrientes críticas, al mismo tiempo opuesta a las diferenciaciones de género, entre otras categorías clasificatorias.

“Bastante citada, adulterada, popularizada por un sesgo pseudo-filosófico, la escritora es a la vez considerada hermética”.

Vuelta al mundo

Nacida en Chechelnyk, Ucrania, llegó a Brasil cuando era bebé, en 1922, con su familia que huyó debido a la persecución de los judíos después de la Revolución rusa de 1917.

Los Lispector arribaron a Maceió, desde donde se trasladaron a Recife, en 1924, y de allí a Río de Janeiro, en 1935, ciudad donde se asentaron definitivamente.

En Brasil, los miembros de la familia cambiaron sus nombres. El padre Pinkhas se convirtió en Pedro y la madre Marian, en Marieta. De las hijas, Lea pasó a llamarse Elisa; Tcharna, Tânia y ella, Chaya (o Haya), Clarice.

Casada con un diplomático brasileño, la escritora vivió fuera del país de 1944 a 1959 (Italia, Suiza, Inglaterra y Estados Unidos). Cuando se separó, regresó a Brasil, donde vivió hasta su muerte, el 9 de diciembre de 1977, un día antes de cumplir 57 años.

En relación a la obra de Clarice, Noeli Lisbôa, investigadora en Teorías del Texto y del Discurso en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), dice que en las novelas de Lispector prácticamente no hay trama.

“En “Agua Viva” dice: ‘el género ya no me atrapa‘, realmente rompe con la estructura de los géneros literarios”, explicó Lisbôa.

“Lo que realmente me interesa de Clarice es su cuestionamiento del lenguaje, de sus límites, de su incapacidad para expresar la experiencia humana. Hay dos frases que expresan esto: ‘Vivir no es reportable’ y ‘La realidad no tiene sinónimos’.

“Su obra me parece sumamente importante, porque es innovadora precisamente en este cuestionamiento que hace del lenguaje”.

Según Amaral, lo que destaca en la obra de Lispector es la interioridad de los personajes, sus movimientos de alienación y la búsqueda de la trascendencia.

“La palabra ‘Clariceano’ quiere ser lo que representa, de ahí que el lenguaje esté impregnado de líneas, a través de las cuales se pretende ir más allá de lo que se dice“, explicó a BBC News Brasil.

“Es una literatura metalingüística, que se indaga mientras se realiza, conquistando tanto por el proceso de escribir como por el producto: el texto”.

Para Antônio Marcos Vieira Sanseverino, coordinador del Programa de Postgrado en Letras de la Universidad Federal de Rio de Jaineiro (UFRGS), en la obra de Lispector hay un giro hacia adentro, hacia la experiencia interior, hacia el impacto de las cosas del mundo en la subjetividad de sus personajes.

“Tal experiencia interior, colocada de manera radical, es desagregadora, pues revela la extrañeza de cada uno, lo que no se corresponde con los roles sociales vividos en la rutina“, explicó Vieira Sanseverino.

“En Clarice, eso se ve en una experiencia del lenguaje, o la búsqueda de un lenguaje capaz de hacerse cargo de esta extrañeza”.

El profesor Arnaldo Franco Jr., de la Universidad Estadual Paulista (Unesp), señaló que Clarice Lispector se encuentra entre los grandes creadores del campo de la literatura.

“Su obra, marcada por la hibridación de géneros, por la experimentación lingüística, por la afirmación de una óptica femenina, contribuyó a expandir los valores temático-formales del sistema literario brasileño”.

“Se puede decir que, a partir de la traducción de sus textos, también afectó a la literatura de otros países. Ella hizo una literatura que inquieta al lector, instalando una perspectiva crítica en relación a los esquemas, que alienan al ser humano del contacto vigoroso con si mismo, con el otro, con la vida “.

Según el académico, quizás la gran marca de la obra de Clarice Lispector sea la afirmación de la libertad de crear sin subordinación a las normas, criterios y parámetros idealizados de lo que debería ser el texto literario.

“Junto a esta afirmación, que afecta los planos temático y formal de su literatura, también existe una desconfianza permanente en relación al lenguaje, a los juegos de poder y jerarquías que se establecen entre el yo y el otro, a valores y prácticas idealizadas socialmente “, añadió.

Citas

Con toda esta complejidad de su obra, muchos se preguntan por qué Lispector es una de las campeonas de las citas en internet. Hay varias hipótesis.

“Esto se debe a que hay extractos de Clarice que, sacados de contexto, pueden leerse como mensajes edificantes, lecciones de vida que, la mayoría de las veces, dan la impresión de simplificarla”, explicó Franco Jr.

“Pero en cambio, en general, adulteran y cometen errores sobre su arte “.

Según Sanseverino, hay dos tipos de lectura para esta avalancha de citas.

“En la presentación de la nueva edición de la novela ‘Água Viva’, se dice que (el cantante y compositor brasileño) Cazuza leyó la obra 111 veces”, señaló.

“Como Clarice trae a un primer plano una experiencia del lenguaje que nos lleva a cuestionar los estándares, sean los que fueren, quienes buscan realizarse fuera del lugar social predeterminado de familia, clase social, género, tienden a encontrarse en su obra“.

El segundo tipo de lectura, afirmó, es la de las frases hechas, sacadas de contexto, que adquieren el carácter de máximas y refranes.

“Ella tiene, de hecho, frases magistrales”, dice.

“Así, parece que hay una búsqueda de epigramas ‘clariceanos’, que sirven para etiquetar una experiencia. Por ello la autoridad de la escritora, con el aura de misterio y sus epifanías, contribuyen a la cita”.

Para Franco Jr., la popularidad de Clarice en internet es un fenómeno que afecta a su obra y también a otros escritores y poetas, como Caio Fernando Abreu, Carlos Drummond de Andrade y Luís Fernando Verissimo.

La gente toma los fragmentos que le impactan y los publica en las redes sociales“, afirmó.

“Descontextualizados, estos pasajes terminan funcionando como máximas, ‘enseñanzas’ o autoayuda. Cualquier obra literaria está sujeta a esto.

“Quizás otra razón para elegir la obra de Clarice para este tipo de procedimiento es que se trata de una literatura marcada por la contemplación existencial “.

La proliferación de citas de textos o frases de Clarice Lispector, ya sean propias o erróneamente atribuidas a ella, puede ser, sin embargo, un arma de doble filo para la difusión y conocimiento de su obra.

“Es bueno y malo al mismo tiempo”, afirmó Franco Jr.

“El aspecto positivo está en la divulgación del nombre y la obra literaria de Clarice Lispector, ya que esto puede atraer a nuevos lectores, personas que buscarán leer sus cuentos, novelas, crónicas “.

El lado negativo se refiere a las distorsiones que esto puede generar, como la descontextualización y pérdida del sentido crítico de los textos, la reducción de la obra a la condición de texto de autoayuda, la atribución de falsa autoría a textos que ella nunca escribió.

“Este aspecto negativo crea episodios vergonzosos, con personas que citan textos falsos que ella nunca escribió, por ejemplo”.

“Y la atribución de falsa autoría, dependiendo de las circunstancias, puede resultar en un proceso legal”.

Para Lisbôa, de la UFGRS, siempre es malo que los textos se atribuyan erróneamente a determinados autores porque esto no contribuye al conocimiento de la obra de nadie.

“Cuando es una obra buena, es una injusticia para el autor verdadero; cuando es una obra mala, se produce una injusticia con aquel a quien se le atribuye”.

Referencias:

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