La Licenciatura en Psicología ofrece un Plan de Estudios que incluye -entre muchos otros temas- el estudio del desarrollo del ser humano en sus diferentes etapas de vida. Como parte de dicho estudio, los estudiantes realizan el análisis de materiales cinematográficos que les permitan reflejar sus observaciones y reflexiones. Aquí la muestra de uno de esos ejercicios, realizado por la estudiante Vania H.
“The Edge of Seventeen”, conocida en español latino como “Mi vida a los 17”, es una película de comedia estrenada en 2016, dirigida por Kelly Fremon Craig. La trama gira en torno a Nadine Franklin, una adolescente de 17 años que enfrenta diversos problemas relacionados con esta etapa vital como sentirse a la sombra de su hermano mayor Darian, quien es popular y admirado, y tener una relación conflictiva con su madre Mona. A esto se suma el duelo por la muerte de su padre, con quien mantenía un vínculo estrecho, fallecido cuando ella tenía 13 años. La situación de Nadine se agrava cuando su mejor amiga Krista inicia una relación amorosa con Darian, lo que la hace sentirse traicionada y desplazada.
Nadine Franklin
Nadine enfrenta la pérdida de su padre, una figura emocionalmente significativa, a diferencia de su relación más distante con su madre. Esta pérdida la lleva a experimentar un duelo profundo, llegando incluso a requerir medicación con antidepresivos. Según López Fuentetaja, “las pérdidas en la adolescencia, especialmente las de los padres, suponen un riesgo al añadir mayor presión a la que, de por
sí y de manera inevitable, vive el adolescente” (p. 146). La muerte del padre de Nadine altera la dinámica
familiar, intensificando las tensiones preexistentes con su madre y aumentando los conflictos con Darian.
Como señala Fuentetaja, “otras separaciones también pueden vivirse como pérdidas” (p.146). Durante la película, Nadine reflexiona: “La vida de Krista tampoco era perfecta, pero al menos se tenían la una a la otra” (The Edge of Seventeen, 2016). Cuando Krista inicia una relación con Darian, Nadine se siente doblemente traicionada, lo que la lleva a romper su amistad. Fuentetaja explica: “A menudo no es solo la ausencia lo que hace sufrir al adolescente, sino el sentirse dejado por otro, ya que supone una herida en su propia valía personal, haciendo surgir todo tipo de dudas sobre sí mismo” (p. 149).
Tras perder a Krista como amiga, Nadine se acerca a Erwin, un compañero de clase que muestra interés romántico por ella. A la vez, intenta captar la atención de Nick Mossman, el chico que le gusta. Este despertar del interés sexual y romántico es característico de la adolescencia, una etapa en la que los cambios hormonales y físicos suelen potenciar la curiosidad y la necesidad de experimentar. En el caso de
Nadine, esto se manifiesta en dos momentos clave: primero, cuando en la piscina de Erwin le pregunta si le gustaría tener relaciones sexuales (aunque termina riéndose); y segundo, cuando envía accidentalmente un mensaje erótico a Nick Mossman, lo que la llena de vergüenza.
En medio de esta crisis emocional, Nadine busca consuelo en su profesor Max, con quien mantiene una relación de confianza que probablemente simboliza una figura paterna. Durante este encuentro, le dice: “Creo que me voy a matar” (The Edge of Seventeen, 2016). De acuerdo con Villardón, la conducta suicida en adolescentes es un fenómeno complejo, en el que intervienen factores sociales, psicológicos, biológicos y contextuales. Los cambios emocionales y físicos característicos de la adolescencia pueden desencadenar sentimientos de soledad, desesperanza y ansiedad, como le ocurre a Nadine. Sin embargo, su pensamiento suicida es una reacción transitoria provocada por la vergüenza de su error, sin llegar a ser una intención real ni un acto suicida.
Darian
Por su parte, Darian, el hermano mayor de Nadine, también atraviesa la adolescencia, pero desde una perspectiva diferente. La muerte del padre transformó la dinámica familiar y lo llevó a asumir un papel de
“padre” para su hermana y de apoyo para su madre. Según Fuentetaja, hay situaciones extraordinarias que pueden “obligar tanto al adolescente como a su entorno a ubicarse de manera diferente” (p.148), afectando el desarrollo de esta etapa.
Darian expresa su frustración por verse obligado a postergar sus propios sueños, como asistir a la universidad que desea, para cuidar de su madre y su hermana. Esta situación puede interpretarse desde la teoría del apego de John Bowlby, que describe cómo algunos hijos pueden asumir el rol de cuidadores principales, ya sea de sus hermanos o incluso de sus propios padres, como ocurre con Darian. Este papel puede generar tensiones internas, ya que limita su autonomía y lo coloca en una posición para la que emocionalmente no está preparado.
Conclusión
La adolescencia es una etapa compleja y única, donde el individuo se enfrenta a cambios biológicos, psicológicos y sociales que lo impulsan a construir su identidad. Lo que The Edge of Seventeen nos permite observar es que estos procesos no ocurren de manera aislada, sino que están profundamente influidos por la historia personal, el contexto familiar y las relaciones cercanas. La pérdida, las tensiones familiares y los sentimientos de soledad, como los que vive Nadine, ilustran que la adolescencia puede ser también un momento de profunda vulnerabilidad emocional.
Desde una mirada psicológica, esta etapa es clave para el desarrollo de la autonomía, pero también revela la necesidad de contención emocional y apoyo social. Las crisis que surgen no deben verse solo como un problema, sino como oportunidades para la construcción de una identidad más sólida y auténtica. Comprender estas dinámicas nos invita a acompañar a los adolescentes con empatía y a considerar que, aunque puedan sentirse incomprendidos o perdidos, están en un momento vital para aprender, crecer y convertirse en adultos emocionalmente resilientes.
