Cuando estamos encerrados en nuestras propias casas, se comienza a vivir una relatividad poco familiar. Todo momento parece interminable, sin embargo los días y las semanas siguen transcurriendo rápidamente. Una extraña sensación de que los días son más largos, pero las semanas más cortas. Así va sucediendo el tiempo en cuarentena.
La percepción del tiempo que tenemos como seres humanos, se ve afectada cuando estamos viviendo periodos de cuarentena. La cuarentena –de acuerdo con Addyman- provoca una sensación de que el paso del tiempo es más lento. El ambiente monótono en el que nos ubicamos, refuerza esta sensación. Es por ello, que la memoria del tiempo que ha transcurrido será mucho más corta, ya que el tiempo en la memoria se construye con eventos. La contingencia nos ha obligado a establecer un distanciamiento social, lo que hace disminuir los eventos sociales. Al haber menos eventos, entonces la vivencia es de semanas más cortas.
El tiempo en cuarentena también es memoria
Todo tiene que ver en cómo es que nuestro cerebro registra el tiempo en la cuarentena. Esencialmente, el tiempo es memoria. Nuestro cerebro describe el tiempo como un registro de los eventos que han sucedido, con ello mientras más eventos ocurran, mayor tiempo creemos que ha transcurrido. Así que cuando estamos atorados en un mismo ambiente con muy poca variedad en nuestros días, se suman como efectos complementarios que ayudan a esta percepción.
En principio, la falta de eventos generará una sensación de que el tiempo está pasando muy lentamente. Cada evento que ocurre, ocupa tiempo para que llegue a suceder, sin embargo, ahora los eventos son menores y más aburridos. Al término del día uno revisa lo sucedido en el mismo, y tendrás muy poco para recordar.
Esta situación es un tanto paradójica, ya que nosotros percibimos el tiempo de forma relativa, cuando en realidad el tiempo no funciona de forma relativa.
La variedad en nuestras vidas en cuarentena
La cuarentena no solo es relativamente aburrida. Peor aún, estos días son realmente un lastre. Investigaciones recientes hechas por Arron Heller de la Universidad de Miami, junto con colaboradores de la NYU, han encontrado que el encierro disminuye la felicidad. Iniciada antes del encierro, la investigación usó información del GPS del celular de los voluntarios, que brindaba información de sus estados de ánimo. Al respecto, encontraron lo siguiente:
- En los días en las que las personas variaban más de lugares de ubicación, visitando otros espacios en un día y pasando tiempo de trayecto entre ellos, las personas reportaban emociones más positivas.
Ante esta realidad, ¿qué podríamos hacer para contrarrestar esta situación? La psicóloga de UCL la Dra. Julia Shaw, ha propuesto una solución interesante: ella y su pareja han estado tomando de forma regular, tours virtuales alrededor del mundo desde la comodidad de su casa.
Así que ya sabes, apúrate a agendar tus vacaciones virtuales, mientas que haya tiempo. https://www.psychologytoday.com/us/blog/the-laughing-baby
Basado en: Quarantime: Why the Days Drag and the Weeks Fly By. Caspar Addyman Ph.D.