En cierto punto, una persona puede elegir el terminar una relación tóxica, familiar o no.
La idea de “divorciar” a un miembro de la familia con el que no estás casado, podría sonar un poco dramático, pero probablemente ya hay bastante drama ahí.
El dejar a alguien no tiene que ser algo feo, o experiencia interminable.
El recabar las fuerzas para iniciar el proceso, llegará más naturalmente conforme te vaya saliendo mejor el protegerte de la negatividad que se te está aventando.
De acuerdo a algunas estadísticas de estado (y muchos anuncios de abogados), enero es el mes en el que más divorcios se solicitan. Yo creo que las personas intentar dar el último intento en las fiestas decembrinas, y cuando sale mal, es que quieren desconectar la relación. Lo que más han visto los terapeutas familiares con los años, es que enero es también cuando más gente elije el terminar las relaciones tóxicas familiares.
El año nuevo puede darnos vigor para tener un nuevo comienzo. Si tú estás en un ambiente tóxico, tienes toda la razón y derecho para atacar por ti misma y ver si tú puedes lograr algo mejor. En la mayoría de los casos, tú puedes, pero sí requiere de agallas y fortaleza.
¿Te deberías de quedar o irte?
Si tú has vivido en un ambiente emocionalmente incómodo por una década o más, y estás acostumbrándote a evitar reconocer tus emociones, deberías de decirte a ti mismo que hay muchas razones para quedarte, pero también para irte. La razón número uno por la cual la gente se queda, es por el miedo a lo desconocido. Ellos solían decir, “El diablo que ya conoces es mejor que el que no conoces”, pero en tu experiencia y usando tu cerebro, tu puedes crear un mundo mejor para ti.
Piénsalo de esta forma: Si tú sabes que alguien es tóxico, y no están trabajando en cambiar, todo lo que lograrás de ellos son sus proyecciones negativas. Cuando cualquier dificultad ocurra -o si la otra persona nada más está de mal humor- y tú estás hecho para sentir que tú estás mal, equivocado, o malvado, eso es gaslighting, y necesitas salirte de ahí.
La idea de “divorciarte” de un miembro de la familia con el que no estás casado, podría sonar un poco dramático, pero la verdad es que ya existe bastante drama al respecto. Esto es solo otra forma de que tengas sentido lo que necesitas hacer para mantener tu salud mental y lograr tus metas. Tu deberías de ser capaz de sentirte feliz en tu nueva vida, lo cual también es un pensamiento empoderado.
Cómo hacer un nuevo inicio
El irse no tiene que ser algo feo, o una experiencia interminable que solo aumenta la toxicidad alrededor tuyo. Si tú sabes lo que tienes que hacer, comienza a juntar un sistema de apoyo en el que puedas hablar de este movimiento que te podría ayudar. No hay necesidad de discutir lo que estás planeando con la persona tóxica de tu vida. De hecho, deberías de no decírselo, para que no trate de hacerte sentir mal por salvar tu salud mental.
El recabar fuerzas para iniciar el proceso se convertirá en algo natural, confirme te vayas mejorando tu capacidad para protegerte de la negatividad que se te quiere echar. Una vez que ya hayas tomado tu decisión, el resto es que comiences a organizarte, lo cual puede ser desmoralizante si tu no tienes dinero o dónde ir. Hay refugios por si tienes dificultades financieras, pero si tú puedes, te sugiero que encuentres un cuarto en una casa de amigos.
Si tú ves esto como un momento de nuevos comienzos y no como un final, eso ayudará. Por supuesto, habrá dificultades, pero eso es algo que tú debes de fortalecerte para enfrentar. Sin importar nada más, tú vas a estar mejor sin la gente que no está siendo amable contigo. Solo recuerda que tú has tomado la decisión correcta para ti, y nunca lo dudes.
Barton Goldsmith, Ph.D.
When You Need to Divorce or Disown a Family Member | Psychology Today