4 consejos para terminar con tu miedo al dentista

Las fobias dentales son comunes, pero la investigación sugiere que se pueden superar.

  • El miedo al dentista es bastante común, afectando a más de la mitad de la población
  • El miedo de ver al dentista da pie a un ciclo vicioso que eventualmente llevará a problemas serios de salud
  • Las estrategias de conducta pueden ayudar a aliviar la ansiedad a través de la distracción y la relajación física, e incrementa la sensación de control en el paciente
  • Las estrategias cognitivas pueden vencer el miedo al retar y reestructurar los patrones de pensamiento negativo.

¿Cuándo fue la última vez que visitaste al dentista? Durante la pandemia del COVID 19, muchas personas han tenido dificultades para mantener sus rutinas preexistentes de revisiones dentales. Algunas personas han evitado salir de la casa para un evento social, favoreciendo así el distanciamiento social. Otros no vieron el beneficio de visitar al dentista dado el número reducido de servicios dentales que están ofreciéndose, ante la pandemia y el cierre de servicios que ha provocado. Finalmente, algunos pacientes simplemente no tuvieron oportunidad de visitarlo, dado el número reducido de citas. Aparentemente, un paciente desesperado incluso se vio forzado a él mismo resolver el problema, y se quitó el diente que le causaba dolor con unas pinzas en casa.

Mientras que los dentistas temen un tsunami de decadencia dental pos-covid, muchos pacientes dentales han incluso experimentado un sentimiento de alivio al tener la excusa para posponer esas citas. Enfrentémoslo: Ir al dentista no es divertido. Personalmente, suelo sentir miedo en cada cita, a pesar de que mi dentista es un hombre muy agradable que nunca me ha provocado ningún dolor en mí, aún después de tantos años de atención regular.

El miedo dental es común y muy serio.

Resulta ser que no estoy sola en esa sensación de ansiedad. El miedo dental es impresionantemente común: Afecta a más de la mitad de la población del Reino Unido. El nivel de miedo experimentado varía de paciente a paciente, y algunas veces se desarrolla hacia una fobia debilitante que lleva a los pacientes a evitar el visitar al dentista, aun cuando ya hay dolor. Pero algunas personas experimentan miedos más específicos, incluyendo al miedo a las agujas o al taladro dental.

El miedo dental tiene serias consecuencias en la salud oral y en el bienestar general de la persona. Los científicos se refieren al “ciclo vicioso de miedo dental”, en el cual un miedo inicial lleva a retrasar las visitas al dentista, lo que resulta en un alto número de problemas dentales, y, en consecuencia, requiere de un tratamiento dirigido a los síntomas. Experiencias desagradables duramente el tratamiento, incrementa los niveles existentes de miedo dental, agravando el problema.

Cómo derribar el miedo dental

El romper el ciclo vicioso de miedo dental es todo un reto. Afortunadamente, la investigación ha demostrado la efectividad de estrategias psicológicas para superar ese conflicto. Debajo, se señalan las técnicas más promisorias, y todas ellas se pueden practicar sin la ayuda de un profesional o terapia a largo plazo.

Distracción:

Dependiendo en la severidad de la ansiedad dental de cada uno, un rápido y fácil ajuste puede ser una simple distracción de la mente durante los procedimientos mentales. El tomar nuestra mente fuera del tratamiento mental o evaluación, la cita se vive como si hubiera pasado más rápido – e incluso podría llegar a ser más agradable. Métodos de distracción podrían involucrar el poner música de fondo, escuchar un audiolibro o mirar videos. El tipo de distracción solo está limitado por tu propia imaginación. Durante las épocas de poca tecnología de mi niñez, recuerdo estar contando las losetas del techo en el consultorio dental para mantener mi mente ocupada.

Relajación física:

Las técnicas de relajación dirigidas a las respuestas físicas corporales del estrés y la ansiedad, pueden ser útiles antes, después o durante la visita dental. Las técnicas de relajación pueden adaptarse a las preferencias personales del paciente y pueden incluir meditación, visualizaciones mentales como lo es imaginarte playas arenosas, relajación muscular y ejercicios de respiración.

Aumentar el control:

Una fuente común de ansiedad dental es el miedo a lo desconocido. El otorgar el control a un equipo dental con los rostros cubiertos por máscaras y batas de cirugía, y equipados con herramientas ominosas, taladros y maquinaria que puede ser aterradora. Afortunadamente, existen muchas estrategias para ganar el sentido de control y sentir que estás de regreso en el asiento del conductor. Dos técnicas clave son “Señalización de alto” y “Decir-enseñar-hacer”.

“Señalización de alto” implica acordar un gesto simple (levantar la mano) que será la señal de un alto instantáneo a lo que está sucediendo en el procedimiento. Tener el poder de detener inmediatamente ante algo displacentero del procedimiento que está sucediendo, es un paso significativo hacia que el paciente recupere el control. 

“Decir-enseñar-hacer” en la otra mano, brinda mayor énfasis en las acciones del dentista. Involucra que el dentista se esté comunicando claramente los procedimientos que estaría realizando en un lenguaje que comprenda el paciente, demostrando que instrumentos específicos y acciones de esos procedimientos estarían participando en ese plan detallado de acción. Al proveer información detallada de cada paso del procedimiento, podría ayudar a identificar el miedo del paciente, desde su origen.

Reestructuración cognitiva:

La reestructuración cognitiva se refiere a la evaluación cuidadosa y adaptación subsecuente de pensamientos inútiles y patrones de pensamiento irracional que nos causan problemas cuando vamos al dentista. Los pacientes se podrían cuestionar a ellos mismos qué pensamientos llegan a su mente cuando visualizan una cita dental. ¿Cuál es el origen de su miedo? ¿Qué asumen o qué ideas les alimentan? Si ellos se imaginan un dolor terrible, una estrategia útil podría ser el buscar más información acerca de su tratamiento dental y confirmar si pudiera causar alguna incomodad física. Si el dolor es efectivamente una consecuencia muy probable, el desarrollar estrategias prácticas para superarlo, podría ayudar a lidiar con él. Hablar con el dentista sobre opciones de anestesia, podría ser una solución.

Mientras que esperamos a que las restricciones por contingencia terminen y el mundo regrese y se abra de nuevo, las excusas para evitar el dentista se están volviendo más difíciles de justificar. Similarmente, con muchas opciones probadas a la mano, para domar el miedo dental, es más fácil que nunca. ¿por qué no agendas tu siguiente cita al dentista ahora mismo?

Eva Krockow Ph. D.

https://www.psychologytoday.com/intl/blog/stretching-theory/202104/4-tips-beating-your-fear-the-dentist

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