Conforme se va reduciendo el encierro, los niños siguen ansiosos y deprimidos.
Los últimos dos años han tenido un fuerte impacto negativo en la salud mental de los adolescentes
Los padres pueden sentir que sus hijos son los únicos que están pasando un mal momento, pero ellos deberían de saber que no están solos
Escucha, valida, revisa y busca ayuda, si no estás seguro de cómo navegar los conflictos de tus hijos
Moriah Ballingit escribió: “Los centros de control de enfermedades y prevención, están advirtiendo de una crisis acelerada de salud mental entre adolescentes. Sin más, 4 de cada 10 adolescentes, quienes reportan que se sienten persistentemente tristes y sin esperanzas”, y 1 de cada 5 está diciendo que han contemplado el suicidio. Estos son los resultados de una encuentras publicada en Thursday (The Washington Post, 1° de abril, 2022)
Estas son estadísticas asombrosas y hablan ciertamente de los impactos negativos que la pandemia de COVID-19, ha dejado al mundo. Este ha sido un proceso de dos años de manejar el virus, que ha creado efectos de corto, mediano y largo plazo, que nunca pudimos haber advertido. Conforme el encierro comienza a relajarse y conforme nuestro mundo se va abriendo, nuestros niños estás más confundidos, ansiosos y deprimidos que nunca.
Dónde están teniendo conflicto continuamente los niños
Madres de pequeños en la primaria, secundaria o preparatoria en mi comunidad de padres, han compartido que sus hijos siguen teniendo dificultades en algunas áreas. Como padres, podríamos sentir que nuestros hijos son los únicos que están teniendo dificultades. Espero que este ayude a ver que todos somos parte de un gran club, aunque involuntariamente. La comunidad de madres ha compartido lo siguiente:
- Mi hijo está ansioso al hacer exámenes en la escuela
- Mi hijo no está motivado para ir a la escuela o terminar sus tareas
- Mi hijo no tiene habilidades de afrontamiento para vivir todos los estresores del día a día
- Mi hijo tiene habilidades sociales débiles
- Mi hijo no quiere permanecer sentado por tanto tiempo en su silla del salón
- Mi hijo me dice que hay mucho mal comportamiento en el salón de clases y es estresante
- Mi hijo no quiere quitarse su cubrebocas, debido a que les da pena mostrar su rostro. Ya sea porque han aumentado de peso o les da pena su acné.
- Mi hijo se está retirando de las actividades diarias y las interacciones.
- Mi hijo se está aislando del resto
Como padres, muchos de nosotros estamos muy preocupados por nuestros hijos, no importa la edad que tengan. Le damos a nuestros hijos tantos mensajes y tan diferentes en los últimos dos años, haciendo un esfuerzo para mantener a nuestra familia segura. El nivel de comodidad de cada familia varía, y también ha estado cambiando con el paso del tiempo. Nuestros hijos han tenido muy poca consistencia en las cuestionas básicas de la vida, así como muy poco control. Muy rápidamente, muchas de las cosas familiares que hacíamos en nuestras vidas han desaparecido o han quedado muy limitadas. Por ejemplo, el recibir una manicure, corte de cabello, y eventualmente, actividades extracurriculares y vacaciones.
La escuela no se veía o sentía diferente. El aprendizaje virtual era ineficiente para muchos pequeños y los padres notaban la falta de interés, baja motivación, dificultad para mantener la atención en las clases, tareas y trabajos escritos. Muchos de nuestros niños no entran en sus clases debido a que no soportaban ver su imagen en la pantalla. No participarían en la clase debido a que su imagen y voz se convertía en el centro de atención.
Cuando ellos regresaron a la escuela, no podían ver o escuchar a sus amigos o maestros. Las interacciones sociales eran limitadas y muchas actividades, clubs y eventos, fueron cancelados.
¿Qué puedo hacer?
Aumenta la interacción social: Coodina actividades para niños de edad primaria, por lo menos una vez a la semana. Si durante la semana no funciona para ti, agenda citas de juego en el fin de semana. Anima a tu pequeño de secundaria y preparatoria, a invitar a sus amigos a la casa, o salir por un café o a cenar.
Da seguimiento a tu hijo. Yo encuentro, con mi propio hijo adolescente, que el auto es un buen lugar para darle seguimiento. Mi hijo o hija no me están viendo, por lo que se genera un poco de espacio entre nosotros. Mis hijos terminan compartiendo mucho más conmigo, que, si estuviéramos sentados frente a frente en la mesa del comedor, o si paso por sus cuartos. Los mensajes de texto, también son otra forma de dar seguimiento a tu hijo, además de que ellos son más expresivos en ese medio.
Validar: Nuestros hijos necesitan escuchar que tener conflictos e inseguridades está bien. No les digas que va a estar bien, o que va a mejorar. Lo que sea que te estén verbalizando, hazles saber que tú los entiendes. Haz preguntas y escucha sus respuestas. Déjalos que ventilen cosas. Déjalos llorar y que sientan tu presencia.
Da seguimiento a sus profesores: Si el portal del grupo de tus hijos no te aporta mucha información, contacta a su profesor (nivel primario) o al equipo de profesores (secundaria y preparatoria). Pregunta cómo ha sido el desempeño de tu hijo académica, social y emocionalmente. Escucha dónde está teniendo dificultades y genera apoyo en la escuela y en casa. Coordina contacto continuo para el siguiente mes.
Busca ayuda profesional: Si estás notando que tu hijo está siendo emocional, académica o conductualmente más apartado, entonces tendrás que buscar ayuda profesional. Terapia también es un lugar donde tú puedes, como padre, puedes ganar también estrategias para ayudar a tu pequeño en casa a validar sus conflictos con tu paternidad también.
La pandemia del COVID 19 ha sido muy abrumadora para nuestros niños. Escucha, valida, revisa, y busca ayuda si no estás seguro de cómo navegar en los conflictos de tus hijos.
Ph. D. Liz Matheis
Fuente original:
The Continued Negative Impact of COVID-19 on our Teens | Psychology Today