Bitácora N°9 La experiencia
La experiencia deriva del latín experentia que significa ‘ensayo’, de su raíz experiri que significa ‘intentar’ y de la raíz indoeuropea que significa ‘perito’ o ‘experto’.
En un ámbito más coloquial se referiría a la vivencia que se tuvo en algún momento como, por ejemplo: – ¿Cómo es tu experiencia en Uninter? – Es una Universidad muy buena, te la recomiendo. La experiencia se explica en forma materialista o idealista. Para el materialismo dialéctico, la experiencia supone la presencia del mundo objetivo material, que existe independientemente de la conciencia del hombre.
La experiencia se constituye en el proceso de la interacción entre el hombre social y el mundo exterior, en el proceso de la actividad práctica, durante el cual el hombre modifica la naturaleza y a sí mismo. A juicio de los idealistas (por ejemplo, los machistas), nosotros tratamos, en la experiencia, no con objetos materiales y fenómenos, sino nuestras propias impresiones pasadas. El sentimiento religioso, por ejemplo, ellos lo consideran como una demostración “experimental” de la existencia de Dios.
La experiencia para Platón es el ámbito de lo discutible, de lo cambiante. En cambio, lo inteligible es lo inmutable, lo divino y lo auténticamente verdadero, para Aristóteles se puede afirmar que la experiencia juega un papel fundamental en lo que al conocimiento se refiere. La actitud empirista y realista del estagirita es acorde con sus planteamientos científicos en muchos campos de sus investigaciones.
Es evidente que la experiencia se sitúa en la base de todas las ciencias que realmente lo son. Las pseudociencias no se fundamentan en la experiencia real. Porque de lo singular o particular podemos llegar a lo universal. Es lo que se denomina inducción. Aristóteles insiste en lo decisivo de la práctica, especialmente, en el ámbito de la ética, de los buenos hábitos o costumbres.
Bitácora N°10 La existencia de Dios
El tema de Dios ha sido, en la historia de la filosofía, un problema por cuanto no se ha podido aportar ninguna prueba racional de su existencia o de su ausencia que no haya sido razonablemente refutada. Además, lo más apropiado para nuestra época actual parece ser la evitación de este problema a pesar de ser el de mayor trascendencia para cualquier ser humano.
A lo largo de la historia de la cultura ha habido muchos intentos racionales de demostrar la existencia de Dios. Kant los catalogó, sintetizó y clasificó magistralmente para luego, mostrar que ninguno de ellos es susceptible de decisión lógica. En efecto, todas las pruebas racionales aducidas para la existencia de un Ser supremo se reducen, de un modo u otro, a tres tipos de argumentos.
Acorde al pragmatismo y funcionalismo de nuestra era tecnológica, o bien porque se le considera irresoluble; o bien, por nuestra asunción del certificado nietzscheano de defunción de la idea de Dios; o bien porque, a la manera budista, no creemos imprescindible su resolución para procurarnos la felicidad.
Bitácora N°11 El monomito
Todos hemos oído hablar en algún momento sobre el Viaje del Héroe. Esta estructura, conocida también como monomito, es la base de la mayoría de historias épicas que componen la literatura universal. Este mito único ha sido usado desde la Grecia Antigua hasta nuestros días, si bien el nombre se lo debemos a Joseph Campbell y su obra, El héroe de las mil caras.
Tal y como ya vimos al hablar sobre el Viaje de Héroe como arquetipo, Campell dividió este proceso en diecisiete etapas a través de las cuales el protagonista evoluciona. En este desarrollo intervienen mentores, villanos y obstáculos diversos. Para completar el ciclo, el héroe debe culminar su arco.
A lo largo de los años, el monomito ha ido adaptándose a las estructuras narrativas propias de cada género. Sin embargo, parece que el Viaje del Héroe sigue asociándose al desplazamiento físico por parte de los personajes.
La base del mito único es la evolución interior del protagonista. Y si bien esto puede coincidir con un periplo heroico como el realizado por Frodo y Sam en El Señor de los Anillos, esta no es una condición imprescindible. Mucho menos en la actualidad, cuando empiezan a aflorar lo que podríamos denominar viajes estáticos.
Bitácora N°12 ¿Qué es la doble moral?
Cuando hablamos de doble moral nos referimos a cuando alguien pretende imponer un discurso de valores por la vía de la aprobación y reprobación. Se sustenta en la generación de sentimientos de culpa en los demás y no en la construcción de convicciones reales.
La doble moral es una forma de violencia psicológica que suele pasar desapercibida. Imponer valores o principios, cuando estos son compartidos, en muchos casos es una acción aplaudida. Así, en ocasiones, actitudes agresivas y humillantes pueden llegar a ser admiradas y defendidas.
La doble moral puede surgir por varias razones, y no en todos los casos existe mala intención de parte de quien la pone en práctica, aunque esto no justifique su aplicación.
Por ejemplo, alguien que debe ejercer alguna norma puede considerar de forma positiva a alguien a quien aprecia, a diferencia de a otra persona con quien tiene conflictos.
Hay veces que opinamos o decimos cosas que nos contradecimos, ya que hay veces que criticamos, nos burlamos, de otras personas y cuando a nosotros nos llegan a hacer eso nos molestamos o nos sentimos mal. Entonces porqué nosotros si lo hacemos, es aquí donde entra la doble moral, es aquí cuando nos cae el veinte y reflexionamos que lo que estamos haciendo está mal. Es cuando surge la frase “no hagas lo que no quieres que te hagan a ti”.
Hoy en día existen un montón de personas que dicen que te ayudan a solucionar tus problemas de manera rápida, pero para que esto funcione tienes que pagar una cantidad elevada de dinero ya que, si no lo pagas, no servirá. Esto lo podemos ver en muchos lados, a estas personas solo les interesa el dinero y quieren conseguirlo como sea, se escucha feo, pero es la verdad, hoy en día el hombre busca el tener más y más.
Bitácora N°13 La experiencia
Para empezar qué es la experiencia, la experiencia, del latín experentia, es el hecho de haber presenciado, sentido o conocido algo. La experiencia es la forma de conocimiento que se produce a partir de estas vivencias u observaciones. Este tipo o forma de conocimiento, las experiencias, tanto los seres humanos como los animales, las van adquiriendo a lo largo de sus vidas, siendo prácticamente imposible que esta situación no se produzca en algún momento.
La experiencia es una parte importantísima de la vida de cualquier persona y la que en definitivas cuentas le permite a alguien decidir una cuestión fundamental en su vida.
Generalmente, el concepto de experiencia se refiere un conocimiento procedimental, es decir, cómo hacer tal o cual cosa, en lugar del conocimiento de tipo factual o qué son las cosas. En la psicología, se suele tratar a este tipo de conocimiento basado y forjado exclusivamente a través de la experiencia, como un conocimiento empírico o conocimiento a posteriori. Y también desde ella, más precisamente desde la hermenéutica filosófica, se sostiene que las experiencias son posibles si se tienen expectativas, por eso esta cree que la persona con experiencia no será la que más vivencias haya acumulado, sino, aquella que esté capacitada para permitírselas.
La experiencia como un camino hacia la sabiduría
Porque la experiencia indefectiblemente conduce a la sabiduría y aunque si bien se puede obtener sabiduría luego de recibir un castigo, un reto o de haber sufrido cualquier otra cuestión que produzca ciertos movimientos internos, acercarse a aquellas personas más grandes, que ya han recorrido un largo camino, es la mejor manera de adquirir sabiduría. Siempre será más redituable la compañía de estos que la de los inexpertos.
Lamentablemente, hoy, en nuestra cultura, no se suele reivindicar a los ancianos por justamente esa experiencia vasta que le han ido dejando los años acumulados, sino más bien sucede lo contrario en algunos contextos y se los deja de lado porque se considera que ya no sirven, privilegiándose en su lugar la sangre joven.
La experiencia según Kant
Para Kant, la experiencia es un relieve, quizás sólo comparable con el tramo de historia comprendido entre Platón y Aristóteles. De la filosofía crítica kantiana a la filosofía sistemática de Hegel se produce la transformación del concepto moderno de experiencia, el que podríamos denominar de la primera modernidad, dividida entre empiristas y racionalistas, y superando dicha división se abre a la profundización contemporánea que se va a dar en este concepto.
En la modernidad, la cuestión de la experiencia se plantea como cuestión gnoseológica, como problema de la teoría o crítica del conocimiento. En concreto, la experiencia indica la referencia del conocimiento, a partir de la cual tiene que elaborarse, a la que ha de adecuarse, responder y corresponder, de la que tiene que dar razón o incluso la que ha de ser su contenido.
Kant mencionaba que la experiencia como constitutivo, como elemento o proceso constituyente del sujeto (tomado en su sentido más genérico), de forma que ella misma conforma el conjunto de condiciones de posibilidad para la apertura al mundo y la realización de nuevas experiencias, es más bien el conjunto que determina dicha apertura y la experiencia.
Bitácora del segundo parcial
A lo largo de este segundo parcial pude aprender nuevas cosas con todos los temas vistos en clase, varios de ellos ya los conocía y esto me ayudó a volver a retomar conocimientos que ya había visto anteriormente.
A lo largo de este parcial vimos varios temas de los cuales fueron importantes, pero en esta bitácora quiero retomar o hacer un comentario en unos pocos de ellos, los cuales fueron los que más me llamaron atención.
El primer tema del cual quiero hablar es sobre la experiencia, ya como sabemos la experiencia proviene del latín experentia, es el hecho de haber presenciado, sentido o conocido algo. La experiencia es la forma de conocimiento que se produce a partir de estas vivencias u observaciones. A lo que se refiere que nuestra vida está compuesta de experiencias, las cuales nos van ayudar a ser quien realmente somos, son las que nos van ayudar a descubrir quienes somos realmente.
En este segundo parcial también vimos varios autores los cuales dieron un aporte a la psicología para que se pudiera entender mejor, Kant, Sócrates, San Agustín, entre otros.
Como último punto a tratar me gustaría hablar sobre la doble moral, como ya se vio en clase es algo que no debemos negar, ya que como sabemos siempre va a ser parte de nosotros, pero qué es la doble moral, La doble moral es una forma de violencia psicológica que suele pasar desapercibida. Imponer valores o principios, cuando estos son compartidos, en muchos casos es una acción aplaudida. Así, en ocasiones, actitudes agresivas y humillantes pueden llegar a ser admiradas y defendidas.
En este parcial también pudimos hablar sobre la existencia de Dios, realmente existe un ser superior a nosotros que nos dice cómo vivir, qué hacer y qué no hacer, eso es de lo que nos habla San Agustín.
El tema de Dios ha sido, en la historia de la filosofía, un problema por cuanto no se ha podido aportar ninguna prueba racional de su existencia o de su ausencia que no haya sido razonablemente refutada. Además, lo más apropiado para nuestra época actual parece ser la evitación de este problema a pesar de ser el de mayor trascendencia para cualquier ser humano.
A lo largo de la historia de la cultura ha habido muchos intentos racionales de demostrar la existencia de Dios. Kant los catalogó, sintetizó y clasificó magistralmente para, luego, mostrar que ninguno de ellos es susceptible de decisión lógica.
Como conclusión, este parcial me gustó el haber visto temas sobre la existencia de Dios, la experiencia, como también ver los diferentes autores, ya que gracias a ellos me pueden ayudar a ver el mundo de otra manera, me ayudó a construir mi propia realidad y ser parte de ella sin ser juzgado.
Continuará…