Cómo la pena y la traición se convirtió en el catalizador para descubrir a los ancestros.
La aplicación de principios estoicos lleva a cambios tangibles en el manejo del estrés.
Pena y traición, inicialmente debilitantes, se convierten en catalizadores para descubrir el estoicismo.
Sanar no es lineal y puede surgir de recursos y métodos inesperados.
En una pequeña esquina de la tierra, mi mundo se destrozó cuando mi esposo de cuatro años murió de un cáncer avanzado. Aunque yo tenía 33 años en 2007 y tenía lo que muchos decían “toda mi vida” frente a mi, te puedo decir que sanar ha sido todo menos fácil.
Desde ese día, he escrito un libro best seller sobre la pena y la pérdida, y cientos de personas, tanto hombres como mujeres, han compartido sus propias historias de pena conmigo. Inicialmente encontré sentido en ayudarle a otras personas a navegar en sus propias pérdidas. Este acto de servicio transformó mi dolor en algo significativo. Como sea, esta intención cesó abruptamente con una profunda traición de un amigo. Esta traición disparó una vieja herida de pena, llevándome a un estado de parálisis emocional y confusión.

A pesar de haber sido previamente terapeuta con herramientas para el duelo, los métodos tradicionales fallaron. La reflexión, revisitar experiencias y tratando de controlar la expresión emocional no brindó ningún alivio. Me sentí atorada y apenada, incapaz de superar la reaparición de mi pena y el nuevo dolor de la traición. La discapacidad para “arreglar” la confusión emocional llevó a una sensación de estar en arenas movedizas emocionales, ampliando así el estrés.
El cambio vino cuando llegó el descubrimiento de la filosofía estoica, específicamente el Diario Estoico de Ryan Holiday. La perspectiva estoica ofrece un acercamiento contraintuitivo a la sanación. En lugar de lidiar con el pasado y tratar de controlar respuestas incontrolables, el estoicismo enfatiza tomar el control de los pensamientos propios y enfocarse en cómo nos queremos sentir de la situación. Este cambio de enfoque del problema al estado emocional deseado, fue transformador.

El estoicismo, como es ilustrado a través de las enseñanzas de Séneca, Epicteto y Marco Aurelio, abogan por vivir la vida en los términos de la vida. Aconseja en contra de desear lo que pudo haber sido e insta a aceptar lo que es. En los Discursos (como es citado en el Diario Estoico), Epicteto escribe: “¿Qué apoyo podemos encontrar si luchamos contra los hábitos? Intenta lo opuesto.”
La sugerencia de Epicteto de “intenta lo opuesto” me llevó a cambiar mi enfoque de los problemas de traición y pena. Esta redirección rompió con el espiral negativo que me había consumido.
La aplicación de los principios estoicos me llevó a cambios tangibles. Pequeñas situaciones estresantes, como que mi instructor del gimnasio inesperadamente partió, fueron tomados con mejor aceptación y enfoque en lo que sí podía controlar. Este compromiso de seguir ejercitándome continuó, resaltando el cambio de lamentar la pérdida a enfocarse en el resultado deseado. Marco Aurelio enfatizó en Meditaciones en cómo uno piensa y actúa es puesto en práctica, demostrando el poder de replantear las perspectivas.
Pena y traición, inicialmente debilitadoras, se convirtieron en catalizadores para descubrir el estoicismo. Esta antigua filosofía proveyó de nuevos lentes que permiten ver y navegar las adversidades de la vida. Al enfocarse en qué está dentro de mi control -pensamientos y reacciones- encontré un camino hacia la sanación y un renovado sentido del propósito. Mi viaje subraya la idea de que sanar no es lineal y podría surgir de recursos y métodos inesperados, como suele suceder.
References
Meekhof, K., & Windell, J. (2015). A Widow’s Guide to Healing: Gentle Support and Advice for the First 5 Years. Naperville, ILL: Sourcebooks.
Holiday, R., & Hanselman, S. (2016). The Daily Stoic: 366 Meditations on Wisdom, Perseverance, And The Art of Living. New York, NY: Penguin Random House.