Qué podemos aprender de la misión galáctica de la empresa Virgin.

La Creatividad psicológica surge de una integración sana entre las maravillas de la niñez y el saber cómo hacerlo de la adultez.

Generatividad es el regalo de dar maravillas renovadas, fe y vitalidad para generaciones futuras.

Como niño, como adulto y como un estudiante perpetuo del alma humana, me emocionó el viaje de Virgin Galactics el cual es un parteaguas en las misiones espaciales. En lugar de que Peter Pan o del hombre de 38 años Neil Armstrong nos muestren el viaje épico, milagroso como lo fueron, vimos a un hombre de 70 años aprovechando algo que muchos de nosotros nunca podremos ver. Un chico muy bien integrado con el adulto, tanto que no sabrás dónde uno comenzó y el otro terminó. Un nuevo universo psicológico personificado de una forma que solo los adultos más creativos lo podrían lograr.

Fue un placer el ver cómo Richard Branson conjugó los sueños y maravillas de un niño, con el saber cómo hacerlo práctico y tenaz de un hombre. Justo el momento en el que se quita su cinturón de seguridad y se elevó totalmente ligero por unos breves momentos en una comunión sublime con nuestro mundo y los mundos más allá.

“A todos los chicos que están allá abajo. Una vez yo fui un niño con el sueño de ver las estrellas. Hoy, soy un adulto con una nave espacial con muchos adultos maravillosos que están viendo hacia abajo nuestra hermosa Tierra. Para la siguiente generación de soñadores, si nosotros pudimos hacer eso, solo imagina lo que ustedes podrán hacer.”

Y no fue solo el hito que se levantó por 50 millas por sobre nuestra tierra por el maravilloso hombre con pinta de estrella de rock con cabello rubio, barba de candado castaño rojiza, un patriarca humilde saludando a sus nietos en la tierra, lo que realmente me hizo llorar. Allí se pudo confirmar uno de los conceptos psicológicos más hermosos propuesto por Erik Erikson, generatividad. Se refiere a la profunda capacidad y compromiso para regresar a las futuras generaciones, el sentido de maravilla, fe y vitalidad. Un reconocimiento paradójico de amor que solo puede ser sentido como total, conforme nos acercamos a la pérdida. Erikson le dio a nuestra vida juvenil egocéntrica, un recordatorio arquetípico de los verdaderos regalos de sabiduría de los hombres y mujeres más sabias de la Tierra: La recuperación de lo que se ha plantado.

Fue una dulce sorpresa cuando la nieta de Branson celebraba “Papá ha ido a la luna. Papá ha ido a la luna”. Y, por supuesto, Branson, nunca le corrigió. Un individuo creativo que ha unido sus maravillas infantiles y su ingenuidad adulta, sabe que no debe desilusionar prematuramente a los niños, sino, mejor dicho, el ayudarles a sostener la magia de forma que ellos lo puedan entender.

Aún así, Branson no era Peter Pan allá arriba, pretendiendo que no hay límites para hacer las cosas, que la familia y las relaciones no importan, o que tu sombra como ser humano o nuestra huella contaminante nunca existió. Él no pretendió que lo hizo solo sin el apoyo de cientos de científicos, ingenieros y visionarios. En lugar de eso, él actuó como patriarca en el mejor sentido de la palabra. Subió para honrar la completud y belleza de la familia humana. En las palabras de Stephen Hawking: La podemos usar para tener una visión más completa de lo que somos, del por qué somos, y cómo preservar este frágil milagro de la vida.

Un hombre de nuestros tiempos, Branson, se aseguró de que su equipo fuera diverso e inclusivo, representando el nuevo orden mundial de ahora y de todos los tiempos. Estoy seguro, como encontró Lin-Manuel Miranda, que habrá detractores. Pero para mi, el verlo como un chico, como un hombre y como un psicólogo que conecta con las profundidades del psiquismo, con sus atmósferas únicas todos los días. Estaba llorando de alegría en este momento único cuando un hombre nos recuerda lo que significa ser humano y porqué los hombres merecen una nueva oportunidad para decir cómo queremos ser para estar al servicio de este hermoso y pequeño planeta que habitamos todos juntos.

What We Can Learn from the Virgin Galactic Mission | Psychology Today

Michael Alcee Ph. D.

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