Las 5 formas como casi todos nosotros confundimos nuestras emociones

Cuando nos hacemos conscientes de cómo mal administramos nuestras emociones, podemos ajustarnos para estar más calmados y ser más efectivos.

Algunas veces sentimos pena en nuevas situaciones debido a los recuerdos de cómo actuamos torpemente en el pasado, incluso si ahora lo dominamos.

El reconocer múltiples emociones te pueden ayudar a tener una visión más amplia de las reacciones entre las que puedes elegir.

Nuestras emociones nos brindan información valiosa, pero existen formas en cómo todos confundimos virtualmente las emociones. Esto nos puede llevar a una mala administración de las emociones o de la situación en la que ocurren. Cuando te vuelves consciente de esto, puedes ajustarte para ser más calmado y más efectivo.

Aquí te comparto 5 errores comunes:

1. Nosotros pensamos que nuestras emociones se relacionan solo a la situación actual, cuando en realidad están vinculadas con el pasado, también.

Los humanos son máquinas de aprender. No reaccionamos a nuevas situaciones como si nunca las hubiéramos experimentado antes. Nosotros actuamos basándonos en todas nuestras experiencias previas.

Cuando nosotros experimentamos una reacción instintiva emocional, esa reacción no tiene que ver solo con la circunstancia que estás enfrentando. Nuestras reacciones atienden a los que la situación actual nos recuerda de nuestras experiencias pasadas.

Cuando sentimos grandes emociones, estas pueden manifestarse en nuestro cuerpo intentando protegernos de los eventos que ya concluyeron tiempo atrás. Por ejemplo, cuando te sientes enojado o despreciado, tu cuerpo podría estar intentando protegerte de un momento en el pasado en el que tú no fuiste respetado o entendido, incluso si ya estás siendo respetado o entendido en la actualidad.

Algunas veces sentimos pena en nuevas situaciones debido a que nuestros recuerdos de cómo actuamos torpemente, incluso si ahora contamos con las habilidades necesarias.

2. Asumimos que las emociones de otras personas están vinculadas a nosotros y la situación actual.

Este es un punto similar. Cuando alguien reacciona emocionalmente, nosotros solemos asumir que ellos están reaccionando a nuestras conductas y a las circunstancias actuales. Pero esa persona, también está reaccionando ante algo más.

Por ejemplo, en el contexto del trabajo, una reacción que tú obtienes de un colega podría estar influenciada por todas sus experiencias infantiles hasta por la dificultad que tuvieron con el último cliente que atendieron, incluyendo el correo que su jefe les envió el día de ayer sobre la organización de prioridades actuales hasta las micro agresiones que experimentaron en el metro en esa mañana.

Este conflicto resurge mucho en el trabajo y las relaciones románticas, la gente suele reaccionar de formas que están relacionadas con protegerse ellos mismos del dolor del pasado, ya sea de la infancia o de relaciones previas.

3. Nosotros pensamos que las emociones son una señal de que debemos de comenzar a reducir dicha emoción.

Nuestra cultura suele estar obsesionada con la comodidad. Por ejemplo, si sentimos calor, esperamos el que podamos prender nuestro Aire Acondicionado para remediarlo. Si el colchón que compramos no es perfecto para nosotros, lo devolvemos. Esta obsesión con la comodidad, también incluye a las emociones. Nosotros automáticamente vemos emociones difíciles como una señal de que debemos de comenzar a reducir esas emociones.

El problema es este: Mucho de lo que nosotros hacemos instintivamente para reducir nuestro estrés, hace que nuestras emociones difíciles sean más grandes. Incluso cuando podríamos apaciguar exitosamente nuestras grandes emociones, el costo es que esas emociones y esos tipos de situaciones que las disparan, se van acercando más y más a nuestras vidas. Terminamos dedicando un montón de energía para evitar ciertas emociones, las cuales podrían impedirnos tener la energía suficiente para dedicarla a otros valores.

4. Usualmente nos obsesionamos con una emoción (y subestimamos el resto de las emociones que estén presentes)

Muchos de nosotros tenemos una emoción dominante. Por ejemplo, algunas personas raramente reconocen haber sentido enojo, pero constantemente se encuentran sintiéndose ansiosos, o a la inversa.

Intentar usar la palabra “y” más cuando tú hablas o piensas en tus emociones. Por ejemplo, raramente reconocemos cuando las emociones de alegría suceden de forma paralela a las negativas. Por ejemplo, estoy embarazada y me siento nerviosa con el parto y me siento emocionada en conocer a mi bebé.

También sería útil el identificar cuando múltiples emociones difíciles suceden al mismo tiempo, como: “me siento ansioso y me siento enojado”. Reconocer múltiples emociones te puede ayudar a ver una amplia gama de reacciones de las que podrías elegir. Sentirte ansioso seguramente no te impulsaría a impedir una injusticia, pero el darte cuenta de tu enojo sí podría.

Tercero, tu puedes reconocer tus emociones y conductas juntas, tales como: “Me siento ansioso y estoy teniendo una conducta competente y capaz”.

5. Nosotros vemos las emociones como aceptables o inaceptables, justificadas o injustificadas.

La gente puede sufrir cuando perciben que están viviendo una emoción que la situación no justifica. Por ejemplo, si te sientes temeroso o enojado en una situación que no tendría por qué hacerte sentir de esa forma, tú podrías pensar: “No debería de estar asustado de esto” o “no debería de estar tan alterado por esto- ¿qué sucede conmigo?” Cuando esto ocurre, tú podrías concluir que no eres lo suficientemente fuerte o hábil, por lo que deberías de pensar que no eres mentalmente fuerte o capaz, lo cual no ayuda a elegir una opción con confianza.

Usualmente es más saludable el aceptar lo que sea que tú o alguien más está sintiendo sin juzgar si está justificado o no. Esto te puede ayudar a que seas más curioso sobre tus propias emociones o las de otros y juzgar menos al mismo tiempo.

¿Cuál de estos errores haces al interpretar tus emociones? ¿Cómo te podría ayudar el corregir estos errores en sentirte más calmado y más capaz en manejar tu vida y tus relaciones? ¿Cómo te podría ayudar a cumplir con tus valores si puedes cambiar tu acercamiento a tus emociones?

Ph. D. Alice Boyes

Fuente: https://www.psychologytoday.com/us/blog/in-practice/202207/5-ways-almost-all-us-misunderstand-our-emotions?collection=1178088

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *